Permanecemos
en el Tiempo Inmemorial, donde la corriente del tiempo no fluye. El Sentido Imperial
corre por nuestras venas. Avanzamos hacia la Batalla, un Mundo Entero por Conquistar... Marchando en bloque, desfilando uno
a uno. Todos con el mismo objetivo en Mente, el mismo Sentir dentro de
nosotros: un mismo Latir que nos impulsa hacia nuestro Noble Destino… Un
Magnetismo nos impele a Luchar por nuestra Digna Estirpe, a Imponer nuestro Regio
Criterio, a Heredar lo que por Derecho Divino nos es Propio. ¡A Tomar por Asalto
nuestro Espacio! ¡A Ocupar y Habitar lo que ya nos Pertenece!
No
habrá miramientos ni consideración alguna con quién ose ponerse delante nuestro.
Nuestras Espadas avanzan Impertérritas, cual Fuego Vivificador en el desierto, cual Diamantina
Luz sobre la noche: no encuentran oposición alguna; todo obstáculo se derrite
ante nuestra Furiosa Estampa; el Fulgor Ígneo de nuestras Espadas Resplandece
en el Áureo Amanecer de la Voluntad Firme y Decidida del Espíritu: Incisión
Penetrante, Presencia Apabullante, Imponente Visión, Impetuosa Acción...
La
Semilla plantada en este mundo se esparcirá como una Mecha Imparable en un Acto
Sincrónico…
Potencia
Activa, Actuación Totalizadora, Realización Transmutativa: ¡Esencia Absoluta!