domingo, 25 de febrero de 2024

Ponzoña Saludable.

 

Continuamente nos asaltan pensamientos automáticos negativos, como si surgieran de la nada nos avasallan y arrasan con nuestro ánimo. Si cedemos a su torrente descontrolado nos inundarán con sus aguas enfangadas y pestilentes pero si nos mantenemos  incólumes, centrados en nuestro eje, fijados en nuestra fortaleza interior podremos cerrar las compuertas y mantener a salvo nuestro fértil territorio.

Es muy importante mantener a raya a esos pensamientos depresivos, limitantes, restrictivos, incapacitantes: son un veneno que una vez que lo dejas entrar en tu realidad carcome todos tus fecundos cultivos y emponzoña los crecientes frutos que pudieran madurar en tu vida…

Identifica a ese usurpador mental a tiempo, nada más sientas su oscura presencia, primero, hazle saber de qué ha entrado en propiedad ajena y si hace caso omiso, pasa directamente a la amenaza frontal, adviértele con una firme y severa reprimenda de que vas a expulsarlo de tus dominios; y si continua en sus trece y no te obedece, ¡actúa sin remilgos!:  Pulveriza a ese pensamiento negativo  con tu fuego transmutador y convierte su energía en tu alimento, nútrete de su sustancia y, de una forma constructiva y direccionada, utilízala en tu provecho.

Si ese impostor que allana tu morada quiere amilanarte, tu envalentónate, si quiere invadirte, está bien, acepta su compañía, invítalo a tu feudo y hazle tu fiel servidor, que sea tu aliado más leal.  

Cuando seas diestro en esta disciplina guerrera de la alquimia cognitiva, nunca más temerás la intrusión en tu realidad de los pensamientos negativos, pues estarás deseando  encontrártelos a cada paso porque los someterás con hábil destreza a tu férreo arbitrio y te proporcionarán una cantidad extra de energía vital para cumplir con tu propósito existencial.

Convierte su veneno en tu remedio y saborearás en tu vida el néctar inmortal de los Dioses…


jueves, 22 de febrero de 2024

“La pela es la pela”. Autoexplotación digital y mercaderes espiritualistas.


El itinerario es el siguiente: Si tienes un talento determinado y lo utilizas sin más intención que el que te sale natural, como divertimento, disfrute, pasatiempos, simplemente como una forma de entretenerte o conectarte contigo mismo, para elevar tu energía o que sencillamente te hace sentir bien y fluyes con ello. Nada, eso no está permitido, tienes que enseñárselo al mundo y además monetizarlo, vivir de tu pasión como dicen algunos. Ya no basta una simple actividad de descanso u ociosa sin ninguna pretensión, ahora todo tiene que tener un fin, una utilidad, un propósito crematístico y sacarle rédito, provecho, rentabilidad. La sociedad te  hace sentir que si no ganas dinero con una actividad que se te da bien y que simplemente lo haces porque sí, sin motivo, porque es algo innato, es que estás desaprovechándote, que estás perdiendo una oportunidad de oro, que no estás optimizando tu tiempo y podrías “multiplicar tus ganancias” y añorar esa libertad financiera con la que te bombardean como zanahoria-quimera que persigues ciegamente sin poder darla un mordisco nunca.

Ya no es suficiente el trabajo asalariado, que te explote un otro, el sistema, alguien de afuera que te coacciona, que te obliga y presiona a que gires ad perpetuam en la rueda marmotil, ahora quieren que te autoexplotes, que seas tu propio tirano, que pienses continua y obsesivamente en trabajo y hacer dinero las veinticuatro horas del día, trescientos sesenta y cinco días al año; si no estás produciendo, pobrecito de ti, pues estás perdiendo tiempo y dinero.

Te están moldeando para que seas un autoempleado esclavo que solo piense en términos utilitaristas y así te impongas a ti mismo una disciplina feroz, estricta, a la vieja usanza de los comienzos de la revolución industrial, pero esta vez, en esta revolución tecnológica, más perfeccionada, más internalizada, psicológica, mental, que seas tú tu propio explotador y verdugo, tu propio capataz que con látigo de hierro te fustigues para ser más productivo, y cumplas tus planes y objetivos, que ni siquiera son tuyos, sino que te los dicta el nuevo modelo socio-económico microemprendedor. Solo muy solo, solo ante el peligro ante la maquinaria leviatánica del poder establecido: tú a callar, a producir y a pagar impuestos, y a sacrificar lo más valioso que tienes: tu tiempo, tu energía, tu vida.

Así es como se han metido las fauces sistemático-culturales en tu mente, y en la totalidad de tu vida privada. Con las posibilidades de negocio en internet, se terminó tu tiempo libre, amigo. Te hacen ver por todos los sitios lo fácil que es ganar dinero a espuertas por internet: ves a críos, adolescentes, mediocres de todo pelaje, medianía intelectual y oportunistas de medio pelo que con decir sandeces o enseñar sus cuerpos morenos y caritas angelicales, ganan millonadas. Y tú dices: “¡Eh, yo también quiero eso!” Así que adelante, a la búsqueda del tesoro-financiero digital…

Hay dos opciones. O te conviertes en un imitador de otros copiando un formato, los mismos gestos y palabras, es decir, volverte un servidor obediente y sumiso del “algoritmo”, una fotocopia del estándar bien visto y popular del momento, o, la segunda opción, quieres ser original con algo que se te da bien, con tu talento, y empiezas a crear contenido con la mejor de tus intenciones; si no tiene mucha llegada, continúas tímidamente de forma intermitente un tiempo más  hasta que lo dejas y vas al redil asalariado, o, en cambio, si parece que a la gente le gusta y te presta atención, bueno, ahí, comienza tu condena:  la telaraña de Aracne te atrapó, te capturó, pues el potencial avaro y narcisista que llevas dentro, el pequeño capitalistoide y ávido de poder que habita en ti, ya te empezó a dominar, cada vez se adueñará más de tu ser y tomará el control: empieza el carrusel de suscriptores, visitas, me-gustas, monetización youtubera y ¡dale a la ruleta!: Suscripciones premium, libros, cursos, terapias, talleres, retiros, viajes “iniciáticos”, profesionales que ofrecen sus servicios dentro de tu negocio y trabajan para ti, y todo de una forma bien planificada para que tus clientes vayan pasando de un servicio a otro, en pequeñas dosis alargadas en el tiempo y que así nunca salgan de tu negocio. ¡Y ves como sube la cuenta bancaria!

Por fin, lo soñado, la tan anhelada libertad financiera ahí está, la palpas, ¡ya la posees!  Bueno, durante un tiempo, cual espejismo ensordecedor así lo pareciera, pero van pasando los meses, los años, y ya no te sientes como antes, te empiezas a cansar de ello, se te vuelve monótono, rutinario y ya no tienes la misma motivación, sientes que falta algo, pero ya no te queda energía para innovar en tu negocio, has encontrado la fórmula y te es rentable, si cambias algo, si tocas alguna tecla, quizás pueda fallar algo y fastidiar el chiringuito que te has montado. Dices: " bueno, seguiré hablando de los mismos temas una y otra vez, me repetiré como un loro hasta el hartazgo, hasta convertirme en una copia vacía de lo que alguna vez fui, pero esto es lo que me da dinero y además, para motivarme más y apaciguar la constante sensación de inseguridad que tengo porque cada vez tengo que ser una mejor versión de mí mismo y ganar más y más dinero y seguidores, subo el precio de los productos y servicios”. Eso, que te han comido bien la cabeza con el dichoso lema de “aportar valor” y que tú vales mucho, así que no te rebajes y quien quiera que lo pague, ¡no te regales que eso es de mente pobre! Así que esta zafia mentalidad te hace tratar cada vez más como objetos a las personas, solo ves un símbolo del dólar cuando tienes a un cliente interesado en ti o en tu negocio, ya no te implicas, solo actúas por inercia, automáticamente repitiendo los estribillos y los latiguillos que te hicieran tener “éxito”, la aclamación del público, su sostén aprobatorio y con ello tu fatuo afán de autoglorificación y vanidad narcisa.  

Y ni con más dinero ni reconocimiento ya te compensa. Después de un tiempo, ahora estás autoexplotado, sin energía, sin tiempo libre, incluso en vacaciones, si acaso las tuvieras, todo lo que piensas está orientado a sacar la mayor rentabilidad de tu negocio y te confundes con él, piensas que eres él, te identificas con tu creación, te ha comido, como Cronos. En este punto piensas, “¿He conseguido la libertad financiera?” Pues igual la financiera sí, aunque el aparato represor-recaudatorio del sistema te cruja a impuestos, pero tu esencia original, tu libertad interior, tu dicha, tu paz, tu entusiasmo, tu frescura y juventud hace tiempo que se marchitaron como un flor descolorida y desgajada.

Ahí están las serpientes del sistema para aquellos que quieren escapar del mismo, que si no te pica una, trabajo asalariado, te pica la otra, emprendedor/empresario. ¿Cómo atravesarlo sin que te piquen o siendo inmune a su veneno?

Aquellos díscolos del sistema y que afrontan su vida como camino espiritual, están siendo “colonizados” por el discurso avieso, tergiversado, interesado y corruptor que el sistema les está inoculando como un virus para distorsionar su inclinación bienintencionada y finalmente engrosar más aún las “tentaciones” de su ego y, por lo tanto, del ego sistémico-entelequial. Este grupo autodenominado como “despiertos” está cayendo como moscas en esta narrativa de autoayuda espiritualista –más bien materialista–  que predomina en las redes internáuticas con temas como la omnipresente abundancia, la introducción a modo de mascarada de un lenguaje espiritual para posicionarse en un mejor puesto dentro del mercado capitalista-darwiniano y así lavar su imagen, los truquitos “psico-espirituales” para conseguir más bienes económicos y comodidad material, la “misión de vida de servicio a los demás” con una transacción comercial ineludible de por medio, el compartir “conocimientos secretos” previo pago, es decir, están haciendo un negocio de la espiritualidad, ¡los espíritu-capitalistas!. Y cuando se antepone el interés egotista personal y la lógica empresarial del acumular más y más, ya se sabe, además con el agravante del autoengaño consabido de “cuanto más dinero tenga más puedo servir y ayudar”, si claro, le sirves a tu bolsillo y ayudas a los ricachones como tú porque para adquirir los productos y servicios que ofreces (y recalco: ¡siempre segmentados, divididos y alargados en el tiempo para hacerte dependiente y exprimirte mucho más!) se necesita una buena billetera… ¡Menudo negociete te has montado!

Entonces, ¿Qué diferencia hay entre los valores de los supuestos “revolucionarios” y los valores estructurales del sistema? El sistema los ha asimilado dentro suyo, en su centralidad, se han convertido nada más que en otro sector de mercado más, ahora cada vez más saturado y con “tiburoncillos con piel de cordero” que se agarran a su nicho como un clavo ardiendo porque la desgracia, la infelicidad e ignorancia de la gente vende muy bien, por eso se ve con tanta claridad la falsedad caricaturesca que son todos estos tipejos que usan la espiritualidad para enriquecer sus míseros bolsillos, porque eso es lo que son: miserables.

Con este texto no pretendo nada, ni siquiera juzgar aunque lo pareciera por muchas de mis aseveraciones vertidas a lo largo y ancho del escrito. Solo escribo lo que percibo y más por desahogo que por otra cosa. De todos modos, si alguien lo lee y le remueve un poquito por dentro, pues muy bien, si no, pues nada. Allá cada quién con su conciencia.

 

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jueves, 15 de febrero de 2024

Misterio Insondable.

 

Esa íntima percepción que aflora cuando estás en silencio, hondamente inmerso en tu interior. Se calma tu cuerpo, se aquieta tu mente y se expande una sensación de amplitud, agrandamiento, elevación. Pasas del acostumbrado punto chiquito de lo cotidiano a un centro que todo lo circunda, que no está en ninguna parte y al mismo tiempo en todas; allá donde te ubiques, sea tanto en un plano físico como sutil, ahí está presente, siendo a cada instante, en absoluta plenitud, en serena completud.

Descubres que eres totalidad, un todo que abarca la nada, una nada que se extiende en el todo; un sonido de luz, un brillo que resuena más allá del universo, que integra la suma de sus partes en una compacta y etérea cima, de la que emana su efluvio divino, su esencia infinita, su aroma eterno, hecho a su imagen y semejanza, en verbo y carne, en espíritu y materia, en conciliación perpetua de dos principios opuestos –complementarios–, en connubio mágico, en unión hierática, en danza perpetua…

Luz y oscuridad, eso eres tú. Insondable totalidad, arcana presencia, ignoto enigma, innominado misterio…


martes, 6 de febrero de 2024

Implosión Proyectiva

 

Cuanto más centrado estés en tus proyectos más distractores saldrán a tu paso.  Ahí es cuando más foco, más atención y concentración has de mostrar. ¡Sí, más aún!

Si pones tu atención fuera de tu objetivo y tu energía se dispersa no habrás superado la “prueba” y todo lo que hayas adelantado anteriormente se diluirá tan rápido como un copito de nieve a la luz de un abrasivo rayo de sol. En cambio, si te mantienes firme y enfocado en tus proyectos y metas tendrás el doble de energía, ya que todos esos distractores que rondan alrededor tuyo no podrán hacerte mella y si no pueden contigo, se unirán a ti, es decir, toda esa energía que está disponible en el ambiente al no encontrar una salida, un desempeño o una utilidad específica se sentirá atraída por quién tenga el poder de canalizarla y encauzarla hacia una finalidad concreta.  

Si tú acumulas una gran Potencia Energética dentro de ti te convertirás en un polo magnético, en un imán atrayente de oportunidades favorables para ti, todo lo aprovecharás y lo redirigirás hacia la construcción de tu obra.

Simplemente es una cuestión de mantener un pulso: concentración vs distracción, implosión vs explosión, centrípeto vs centrífugo… En definitiva: ¿Qué enfoque tiene más fuerza en ti?  ¿El implosivo hacia adentro o el explosivo hacia afuera?

No permitas que la falsa luz que te ofrece la sociedad te deslumbre y te distraiga del camino. No desperdicies tu energía en quimeras baldías e ilusorias. Concéntrate en tu interior y accede a tu propia verdad…

Desde ahí proyecta tu poder de creación al mundo y expresa tu naturaleza divina: ¡moldéate a tu imagen y semejanza!

 

Síntesis del Blog. FIN

"La Vía del Rebelde Autárquico: la que labra su propio sendero, la que inicia una nueva ruta, la suya propia, con la íntima convicción ...