Todo
en esta vida adquiere un matiz diferente según el prisma con el que mires. Si
tú crees que el vaso está medio vacío,
así percibirás tu vida: un conjunto de experiencias que no puedes controlar,
que te obligan a realizar acciones contrarias a tus propios deseos y que te
provocan una sensación permanente de privación, carencia, falta, insuficiencia
y escasez. Por el contrario, si tú crees que el vaso está medio lleno: el contenido existencial de tu propia vida se irá
colmando cada vez más hasta estar repleto y rebosante de Brillo y Luz. Ya no
verás más problemas, sino soluciones; ya no verás más obstáculos, sino
oportunidades para seguir creciendo y avanzando en la conquista de tu propia
existencia.
Aunque
no te lo creas, el mundo es un lugar lleno
de posibilidades; y aunque te lo creas aún menos, cuando la vida más te
aprieta, te estruja y te aprisiona, más te está ayudando a que tomes conciencia
de ti mismo y a que recorras, de una vez, tu
camino de transmutación interna; más te está impulsando a que te superes, te
trasciendas y te reinventes a ti mismo
de una manera constante y renovada.
No malgastes tu energía en quejidos
ni lamentos. Eso no sirve de nada. Basta ya de
pensamientos derrotistas y de sentimientos apesadumbrados y pesimistas. No has venido aquí para lloriquear ni para presenciar
pasivamente una película que otros están creando por ti: Tú estás aquí para escribir tu propio guión y dirigir tu propia
película. Tú eres el protagonista principal que con sus soberanos actos,
elige la trama y el personaje que quiere vivenciar
a cada momento.
No
otorgues la responsabilidad de tu propia vida a nada ni nadie externo, puesto
que tu dejación de funciones, dejadez,
desidia, pereza y molicie te convertirán, por simple inercia entrópica, en una
desarraigada hoja a merced de la tempestad de acontecimientos que acaecerán en
tu devenir vital; te volverás un desolado, sombrío y estéril vergel en medio de
un desierto henchido de aridez abismal: totalmente seco, roído y marchitado.
Mejor
cambia tu mentalidad y actitud ante las situaciones que te ofrece la vida. Si
te ves envuelto en un argumento predeterminado, deséchalo y cámbialo: ¿Quién ha establecido por decreto que
tenemos que cumplir el papel que alguien ajeno a nosotros mismos nos ha
asignado de antemano?
Toma
las riendas de tu vida, y endereza el timón, renueva las aguas que riegan tu
energía vital y lánzate al océano de la existencia; desafíate a ti mismo y márcate nuevos
objetivos y metas que te hagan mucho más grandioso y elevado cada vez: ¿Serás capaz de lograr lo que te has
propuesto?
Adelante,
demuestra de qué pasta estás hecho: con Coraje, Entusiasmo y Voluntad, no habrá
obstáculo alguno que te pueda frenar: ¡El
universo es tuyo!