Al
borde de una ciénaga, agua densa, pútrida, embarrada, que resbala y engulle...
¿Cómo sostenerse de pie? ¿Cómo remontar la corriente que te sumerge cada vez
más y más en un oscuro olvido? Lodo y polvo, humus que se desecha al costado del camino, pantano pedregoso y escurridizo;
el hedor nubla la vista, la neblina obstruye el olfato; ¿Por dónde ir? ¿Hacia
dónde dirigirse? Un espejo que se fragmenta en mil pedazos, una multiplicidad
laberíntica que cambia de escenario pero siempre con un mismo argumento
repetido hasta la saciedad: extraerte tu energía vital, tu potencia, tu
virilidad trascendente...
Atarse
a un mástil no basta, moverse sin orientación tampoco... Entre una orilla y otra, un querer y no
poder, un poder y no querer… Los opuestos traccionan hacia su extremo, uno hacia
un polo, el otro hacia otro: la cuerda tensa en su máxima capacidad, a punto de
quebrar, de partirse por la mitad, de ceder al convulso voltaje que surge de la
indecisión, de la inseguridad, de la incertidumbre, del desconocimiento de quien
se es… En el punto crítico de ebullición, de ser chamuscado, de una
irreversible disolución, de un desvanecerse en el Gran Sueño del Otro… ¡Eso Jamás!
Resurge
de tus cenizas, envuélvete en el Fuego de la Fricción y Genérate a ti mismo,
Fórjate en tu propia Llama, en tu Esencia Flamígera, en tu Espíritu Solar, Incandescente
e Inmortal...
Encuentra
tu Propia Forma, tu Figura, tu Verdadera Silueta. Sé el Rubí Diamantino que Fulgura en medio de las corrosivas aguas
demiúrgicas, con cuya Incorruptible Presencia, evapora todo signo de debilidad,
servidumbre, parasitación e inmundicia, convirtiéndolo todo en una Suprema
Manifestación de Fuerza, Dominio de Sí, Señorío, Firmeza, Honor, Coraje, Nobleza, Voluntad, Imperturbabilidad, Lealtad y Verdad...
Que
la Lux de tu Sol Interior te Guíe
hacia el Origen…