martes, 22 de noviembre de 2016

La responsabilidad del abismo.


Te las das de maduro y de estar por encima de las cosas, pero éstas te demuestran una y otra vez el largo camino que te queda aún por recorrer. Aún sigues con los espejismos atolondrados de un adolescente, con un bullente complejo materno y con el miedo a hacerte mayor, a lo que implica ser adulto y responsable de tus actos, es decir, dejar de ser un pueril infante.

No caben más excusas ni justificaciones. Las has gastado todas y no te queda ninguna en la recámara; si no das ya el salto y te enfrentas a tu abismo: nunca serás libre.

Enseguida echas la culpa a los demás, a las circunstancias, a todo lo externo, en definitiva, a la realidad que un día tu deseaste crear y que, ahora, materializada en ti, abominas. Ponte, de una vez, de acuerdo contigo mismo.  Sé coherente e integro con tu palabra, sentimiento y acto.  No digas más unas veces que sí, otras que no, otras que no sabes: eso no es más que estulticia pendular y de alma fagocitada sin criterio ni direccionalidad trascendente alguna en la vida.

Encáuzate, pues,  y canaliza tu energía en algo concreto, en algo que realmente desees con unidad de criterio. Discierne bien qué es lo que aflora en tu interior y ve a por ello sin condiciones, sosteniéndote férreamente, con toda tu atención y fuerzas puestas en su consecución.

No seas un niño rabioso que se enfada porque las cosas no le salen como en su fantasmagórica e ilusoria imaginación había planeado. Acepta la realidad y permanece en lo que es. Afróntala, con fortaleza y gallardía de ánimo, y escúchate a ti mismo; sabrás cuál será tu cometido primordial en tu sendero vital: retornar a tu naturaleza y conquistar, por primera vez, tu propia existencia.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

La voz del espíritu.


¿Qué pasa que aquí todo el mundo tiene voz y voto? ¿Todas las personas tienen derecho a emitir su opinión tranquilamente? ¿A decir lo primero que les sale por su boca? ¿A dictar sentencia con su anulado y obnubilado no-juicio?

Esto es el reino de los paletos, mediocres, anodinos, sin-nadies, vulgares, estúpidos, necios, majaderos, memos, mentecatos, botarates, atolondrados, cabezashuecas, lerdos, tontos, obtusos, insulsos, pánfilos, pueriles, empanados, mostrencos, ignorantes, incultos y cazurros.

¡No merecéis que os llamen burros, son mucho más inteligentes que vosotros!

Antes de hablar pensad un poco. Sois mucho menos que animales. Sois sustratos de energía tanática mucho menos que ínfera. ¡No valéis nada!

Vuestra no-vida se perderá en los albores del tiempo como la de una lombriz, reptando bajo el subsuelo con vuestra cobardía, temor y búsqueda del no-dolor a toda costa.

Solo sabéis meteros en la vida de los demás, garrapatas inconscientes. Los entes que os vampirizan os instan a decir gilipolleces y sandeces varias con el único objetivo de herir, humillar y aniquilar al otro para chuparle toda su energía. ¿No os dais cuenta que así os subyugáis más y más a vuestros parásitos? ¡No sois más que oquedades sombrías llenas de odio, envidia y crueldad! ¡Petulantes estultos que ignoran su infame pequeñez, su vegetar por la vida, su ceguera por la existencia!  ¡Anda ya, peleles!

Ya no caeremos más en vuestro juego. Somos rocas, lo suficientemente firmes y flexibles para saber esquivaros, soportaros, resistiros y combatiros.

Impertérritos e indómitos nos erigimos como naturalezas ígneas, cuyo fulgor divino perforará toda vuestra miseria y degradación.

Aquí estamos una vez más, dispuestos para la batalla final. Vuestros dardos no consiguen penetrar nuestra armadura, somos inmunes a vuestra inmundicia. No traemos la espada para que la contempléis y adoréis como hacéis con vuestros ídolos de pacotilla, sino para cortar vuestras ataduras y nudos, para romper vuestras cadenas y liberaros del yugo al que voluntariamente os sometéis.

Somos el batallón victorioso. La gloria es nuestra.  Nos movemos por honor y lealtad. Somos dignos, orgullosos, nobles y REALES. Sí, éstos somos nosotros; lo estás viendo, escuchando y sintiendo dentro de ti: LA VOZ DEL ESPÍRITU.


martes, 15 de noviembre de 2016

Voluntad creadora.


No esperes reconocimiento ni apoyo de nada en lo externo. En un mundo en ruinas como el de hoy, has de sostenerte en ti mismo. Construye tu propio camino sin tener en cuenta la consideración de los otros. Éstos te dirán que no puedes, que esperes a que las condiciones cambien a un mañana mejor que nunca llegará. ¿Acaso te riges por su mediocre forma de pensar? Ellos no hacen más que depender de las circunstancias que ocurren en el exterior para planear su vida; rechaza eso, tú has de crear tu propia situación vital, tu propia realidad existencial, tu auténtica vida sin estar a expensas de las fútiles y fluctuantes contingencias que acontecen en el devenir fenoménico.

Si estás siempre esperando  a que algo de afuera venga hacia ti, lo llevas crudo; serás un cadáver inerte, totalmente paralizado que vive la vida de otro, a instancias de una voluntad que no es propia, cercenado en la servidumbre de lo ajeno.

Rompe con eso de una vez. Si tú dices sí ¿qué más da que todo lo demás diga no? Crea tu propia ruta de la nada. Tu voluntad es fuerte; si te sostienes con constancia y determinación, todo lo que necesites te será dado en el momento justo.

No te pliegues a las programaciones culturales que actúan como limitador de tu deseo. Erígete como dueño de tu propia existencia y crea tu propio Kosmos.

P.D. Ellos son el otro en ti. Acalla tu mente y atrévete a vivir por ti mismo.

lunes, 14 de noviembre de 2016

Cicatrices ígneas: Resistiendo a la soledad de ser quién eres.


Basta ya de elitismos y camarillas selectas repletos de engreídos que se piensan de una casta superior. Aquí no hay ni superiores ni inferiores. Todos tenemos las mismas heridas, los mismos problemas, las mismas aspiraciones, expectativas, esperanzas y miedos. Lo único que cambia son las múltiples formas cambiantes con las que se manifiestan en la realidad; si escarbamos un poco más allá de la mera apariencia, una misma raíz nos iguala a todos por el mismo rasero: el miedo. ¿Y de dónde nace este? Del miedo a la muerte.

Intentamos acaparar objetos, bienes, relaciones, posesiones, imágenes y creencias que nos otorguen seguridad y nos eliminen la incertidumbre que aflora en nosotros cuando pensamos que este cuerpo y esta mente con la que en este mundo nos identificamos, pronto desaparecerá. Esto no nos deja vivir en paz, siempre una vocecita nos recuerda que somos finitos, prescindibles, perecederos y que del humus procedemos y a él volveremos.  ¿Por qué no somos capaces de soportar esa tensión interna? ¿Por qué no aceptamos ese hecho tan natural como la vida misma?

No lo podemos aguantar.  Eso corroe nuestras entrañas y en vez de aceptarlo e integrarlo en nosotros;  escapamos, huimos, nos evadimos en lo imaginario y nos construimos una “imagen” egoica –personalidad artificial comandada por cientos de yoes psicológicos– que nada tiene que ver con lo que es: nuestra auténtica esencia.  Ante la angustia y la inmensa sensación de soledad que nos produce la visión nítida y transparente de lo real, nos quedamos atónitos, a solas con nosotros mismos, nos vemos en el espejo de la realidad, nos contemplamos desnudos por primera vez; es tal la congoja que nos entra en este instante, que enseguida volvemos a cerrar los ojos, y preferimos dormir de nuevo, soñar otra vez, hundirnos en el hipnotismo de sufrimiento perpetuo  y placer efímero que  hemos inventado.

No resistimos a la contemplación de nuestro verdadero Yo. Por eso nos agrupamos con más personas, por eso mismo nos refugiamos en el fascinador gregarismo que nos deslumbra con sus ardides y hechizos fantasmagóricos.  En efecto, nos encerramos voluntariamente en la imaginación para no sentir esa soledad inconmensurable que sentimos en ese momento que se nos ha descubierto nuestra identidad original, creyendo que nos salvaremos, y así es, nos salvaremos de LIBERARNOS, de una vez por todas, de nuestras ataduras, nudos, cadenas y yugos; de romper la muralla mental que opaca nuestra luz; de salir, por fin, del laberinto que nosotros mismos hemos creado.

Afrontemos la soledad de ser auténticamente nosotros mismos; si esto nos asusta, no habrá más elección que aislarnos en lo gregario,  en la medianía traumática de la mayoría, en el conflicto dialéctico de lo social, en el enfrentamiento sistemático con el otro, es decir, contigo mismo.

No te creas superior ni inferior a nadie. Sigues teniendo el mismo miedo a la muerte que tu vecino y éste el mismo que tú. Evita comparaciones con el otro y labra tu propio camino. Para ello sólo hay una manera de actuar: Pruébate a ti mismo y comprobarás en tus propias carnes donde tienes las programaciones mentales que te hacen caer una y otra vez. No desistas por ello, lo mismo que te hace tropezar, te hará levantar y avanzar; dirígete hacia aquello que te duela, que te atemorice o angustie, acéptalo y trasciéndelo.

Este proceso lo has de transitar tú solo. No te distraigas en ideologías, sectas, religiones, creencias o grupúsculos que enaltezcan tu personalidad artificial. Deja a un lado los narcóticos espiritualistas prefabricados para confundirte y entra de lleno en ti mismo, en la espiritualidad verdadera: en la acción individual de transmutación interna.

Atento:

Si en el espejo del mundo diario tus heridas siguen a flor de piel, continúa por ahí, no huyas, hurga más en tus heridas, penetra en ellas, comprende por qué están ahí y por qué sangran en determinados momentos y circunstancias. No sucumbas a la tentación de escapar e ir a lo cómodo, a lo controlado y a lo ya conocido. 

No tengas ninguna idea preconcebida de ti mismo y haz lo que la vida te proponga, acepta la realidad tal cuál es y refléjate en ella, encuéntrate  a través de ella, tú eres ella, sublímala: sublímate; accede a las áureas cumbres de tu espíritu. Si te sostienes en ti mismo hagan lo que te hagan y digan lo que te digan, te volverás fuerte y seguro de ti mismo. Eros ganará la partida a thanatos. Vivirás en una vital eternidad, en una creatividad inmortal.

Mantente imperturbable ante las miradas de los demás: ellos no son ni más ni menos que tú; tampoco tú eres ni más ni menos que ellos: tú eres tú y ellos son ellos, pero ellos forman parte indisoluble de ti y tú de ellos.  Mira dentro de ti y verás la totalidad: Serás ellos y tú, tú y ellos.

No te hieras más. Cierra tus cicatrices y su resplandor ígneo hará brillar tu Ser.

Orgullo refulgente.


¿Por qué todo está montado para que claudiques y te rindas? ¿Por qué nada más salir de tu espacio íntimo todo lo externo se vuelve hacia ti para humillarte? ¿Por qué la gravedad te arrastra tanto hacia abajo para que no puedas volar? ¿Por qué hay que callar, obedecer y “amoldarse a lo que hay”?

Siempre recibiendo órdenes, mandatos y acatamientos de los demás; siempre agachando las orejas y agazapando el rostro contra el suelo. Nada de este mundo se merece tus lágrimas, ni un mísero céntimo. Tú honor y dignidad no tienen precio; mantenerte íntegro, ser fiel a ti mismo y actuar acorde a tu propia naturaleza no son mercancía, sino tus señas de identidad.

Obviamente ser tú mismo a cada instante, pocas gratificaciones materiales te dará en este mundo ¿pero eso a quién le importa? Tu crédito será espiritual; se acrecentará tu fuerza, tu voluntad, tu vitalidad, tu vigor, tu coraje, tu amor propio, tu ORGULLO. En efecto, que algo tan importante para nuestra autoconstrucción interna como es el orgullo sea tan perseguido en la estructura cultural tiene su razón de ser y su justificación ulterior, como es la de negarnos la identidad propia de nuestro YO, para así vernos sometidos al otro, sumisos a sus designios, a sus dictados, subyugados a los deseos de ese mismo que nos chupa la energía, que nos roba nuestro aliento, que nos inyecta sus dosis diarias de sufrimiento, dolor y angustia para alimentar su insaciable ansia de vanidad, poder y control.

¿Pero qué hemos de hacer ante esta situación? ¿Seguir aceptando nuestra condición de esclavos perpetuos? ¿Consentir que tenemos un amo ajeno a nosotros mismos y no hacer nada?

Digamos basta. Basta de ser los “eternos aprendices”, de ser los “sempiternos discípulos” que siempre se están disculpando de todo lo que hacen y que continuamente han de estar “aprendiendo” de sus errores para llegar a ser algún día como su “amo” y así poder someter a otros esclavos incautos y serviles.

Se terminó el acumular experiencias para “aprender”;  eso no vale para nada. Plántate y yérguete. En tu interior tienes las armas necesarias para disputar esta guerra. Adéntrate en ti y púlelas. Haz que reluzcan y empúñalas. Ahora es el momento de utilizarlas, sí, de imponer tu voluntad y reverdecer a todo a tu paso.

No permitas que lo ínfero se adueñe de ti, canaliza tu energía y sírvete de las circunstancias que te ofrezca la vida para ir ganando terreno propio, para reconquistar la patria que te cercenaron y que te pertenece por derecho divino: tu espíritu.

Este es el momento en que más has de resistir el embate de lo externo: ten el cuerpo templado, el ánimo decidido y  la mente serena.  

Con la refulgencia del rayo te encaminarás hacia tu objetivo; ¿a qué esperas? Pronto estarás VIVO.



sábado, 12 de noviembre de 2016

Haz lo que temes y el temor desaparecerá.


Para hacer desaparecer la sensación de abatimiento y rendición, no hagas nada más que estar en silencio, en profunda reflexión, en calma meditación, en un espacio íntimo reducido y estar a solas contigo mismo. No tengas contacto con el exterior, solo contigo mismo, con aquello que te aflige, que te angustia, que te hostiga y te atenaza por dentro. Esa ansiedad y angustia desaparecerán, la oscuridad se desvanecerá con los rayos de luz de un nuevo día mucho más claro y soleado.

Sigue en silencio y acepta tu falta, aquella situación en la que te es imposible dar una respuesta airosa, aquel laberinto al que entraste tú mismo y del que nunca sabes salir, aquello que siempre repites automáticamente y te hace desesperar y amargarte durante más de mil vidas.

No te castigues más. Ya no puedes seguir escondiéndote y poner más excusas para tapar tus miedos y temores. Es momento de afrontar la realidad y superar tus limitaciones; para ello has de ir más allá de ti mismo y perforar toda esa malla de ilusiones, esperanzas, quimeras, encantamientos y espejismos que te has creado tú solo para mantenerte en un estado hipnótico de inopia sensorial, de inercia mental, de cerrazón vital que no hace más que autoconsumir tu energía en un proceso tanático y disolvente de tu Yo.

Acepta esta situación de reflujo y retroceso para pararte a mirar quién eres,  en qué condiciones estás y cuáles son las armas con las que cuentas. Da igual lo que hagas mientras sea con conciencia y voluntad propia, pero eso sí, haz todo lo posible por que afloren esos miedos que ha puesto el otro en ti y utilízalos como un puente sagrado hacia lo absoluto de tu ser.

Muchos de los escenarios conflictivos, confusos, enmarañados y descontrolados en los que te ves inmerso diariamente son una creación inconsciente de los miedos que proyectas con cada pensamiento y emoción que generas internamente.  Por lo que es menester –y más que en ninguna otra época– que seas consciente de esto para que domines la densa intemperancia instintivo-animal que brota dentro de ti –en esas ocasiones en las que te invade el miedo– y la puedas encauzar hacia su sublimación suprema  en la materialización de tu conquista existencial.

Ten en cuenta lo siguiente: hay muchos miedos en ti que afloran en las situaciones cotidianas como potencias caóticas y desencadenadas que no tienen más fin que el que despiertes de tu largo letargo y actúes de una vez sobre ti mismo,  para que, precisamente, hagas lo que temas, porque solo así, tu temor desaparecerá.

Enfréntate con tu principal enemigo: el miedo que habita dentro de ti.

viernes, 11 de noviembre de 2016

Obra vital.


Sabes que en algún momento recaerás y volverás a caer en lo que más daño te hace. No sufras más, eso está escrito, no lo puedes borrar… pero sí puedes arrancar esa página y escribir otra nueva.

Estás construyendo tus bases, por eso todavía no son muy solidas ni firmes, aún se resquebrajan y agrietan en el momento más inesperado. No pasa nada, no te culpes, tú sigue como hasta ahora, forjándote a ti mismo, encontrando tu lugar en este mundo, tu mundo.

No abandones la lucha, no renuncies; enfréntate a aquello que más temes y lo trascenderás, verás que entrará a formar parte de ti, y serás mucho más fuerte que antes, te completarás y estarás más cerca de la totalidad.

Aguanta el dolor y resiste. Endereza tu espalda y yérguete; qué más da que nada de esta realidad sea digno, dignifícalo tú con tu presencia. Da salida a tu brillo interno e ilumina tu alrededor, no importa que todo esté a oscuras, tu espíritu irradia la potencia primordial del origen: el fuego ígneo de tu auténtica naturaleza.

No te quejes más, no busques culpables en lo externo y responsabilízate de tu vida: ¡arremángate y manos a la obra! No esperes más y comienza ya a esculpir tu propia obra: ¡tu existencia!

Férrea Voluntad.


No te dejes desmoralizar por los demás. Si te ven muy confiado y firme en tu propósito, intentarán, por todos los medios, socavar tu ánimo, romper el compromiso que te has hecho contigo mismo, en fin, que tires la toalla como tantas otras veces has hecho.

Ya no es el momento para dar pábulo a la envidia, cainísmo y mediocridad de los otros; no permitas que su maledicencia, denigración y manipulación emocional te afecte lo más mínimo.

No decaigas ahora. Aun te falta para conseguir tu resultado, mas el proyectarte hacia su consecución ya supone un gran adelanto. Por eso has de ser constante y perseverante en tu objetivo; solo piensa en éste y no cedas ante las esfinges que salgan a tu paso, sortéalas dando lo mejor de ti mismo y su potencia será tu mejor aliado para seguir hacia adelante en tu camino.

Recuerda: si te has propuesto algo en esta vida, hazlo; para ello mantente férreo en tu decisión y presérvala inamoviblemente en tu interior hasta que la veas materializar en tu realidad.

¡Fortalece tu voluntad y tu espíritu actuará!

Fundar el auténtico deseo propio.


Continuamente estamos persiguiendo quimeras, ilusiones y espejismos que colocan delante de nosotros para que vayamos reflejamente detrás suyo sin rechistar. ¿Cuántas cosas hacemos sin reflexionar? ¿Cuántas otras sin que verdaderamente nos guste? ¿Por qué hemos de ir por los carriles estandarizados que nos dictan las instituciones? ¿Quién cojones las ha creado así? Una mente enfermiza, temerosa de ser ella misma y que tiene muchas ganas de joder a los demás.

Nos creemos muy despiertos, y ese es el problema, que nos lo creemos y no lo somos en absoluto. Sí, somos muy despiertos en el anonimato de internet pero luego en la vida real, cuando tenemos que dar la cara y apechugar con las consecuencias, nos toca tragar, agachar la cabeza, optamos por dormimos voluntariamente, callarnos pavorosamente para no perder el trabajo y seguir cobrando un sueldo mísero y manchado de cobardía y traición a lo que uno es.

¡Cuánta mierda de los demás se nos contagia a diario! ¡Tanto que incluso la hacemos nuestra! Basta ya. Saquemos de una vez toda esa morralla dogmática de culpabilidad que nos han inyectado y emprendamos una catarsis existencial.

Fuera todo adoctrinamiento y esclavismo laboral. El principal problema es el modelo de producción y estructuración laboral que nos han montado: vender tu propio tiempo en una serie de actividades profesionales preestablecidas a las que te tienes que acomodar sí o sí, so pena de convertirte en un marginal que deambula por los márgenes de la institucionalización totalizadora de la existencia. En cambio, si optas por algo que te gusta y que se sale de la norma “convenida” no recibes dinero, al contrario, con mucho esfuerzo y obstáculos por todas partes te lo tienes que ganar tú: Pero bueno, ¿quizás esto sea más digno y honesto no?

¡Que se jodan vuestras profesiones  “normalizadas” y vuestras rentas-limosna!

No permitamos más que nos succionen toda nuestra vitalidad, ni en sus trabajos ni en su ocio planificado, tampoco en su tecnología basura.

Dejemos de alimentarnos de los deseos (auto)impuestos por el paradigma cultural del sistema. Retiremos de una vez toda la atención y centrémonos en nuestro interior. No necesitamos nada más excepto a nosotros mismos: la virtud y potencia trascendente de nuestro espíritu. 

Una vez que nos encontramos a nosotros mismos, permanecemos plenos y todo lo que precisemos en un momento dado, vendrá a nosotros como por “arte de magia”…  

jueves, 10 de noviembre de 2016

Experiencial existir


No veas la realidad con ideas preconcebidas ni estructuras prediseñadas a priori. No te pongas las gafas de otro, ni siquiera las tuyas propias. Mira tu vida con tus propios ojos, sin ningún elemento que interfiera entre tú y tu propia experiencia de las cosas.
Deja atrás los dogmas y las ideologías.  Aprende de las vivencias que vayan acaeciendo a lo largo de tu existencia, y estate atento a tus errores, sí, pero aún más a tus aciertos, que éstos no sean un hecho aislado procurado por la fortuna o el azar, conviértelos en tu modo de vida y atraerás las certezas a tu acontecer vital.

Está bien formarse y leer, pero nunca será suficiente ni bastará para recordar quién eres en realidad. La reflexión y el conocimiento de sí han de ir inexorablemente de la mano con la acción y el probarse a sí mismo; no solo vale planear las tácticas y estrategias en un plano teórico, sino llevarlas a cabo en el campo de batalla junto a las contingencias de la vida diaria.
No busques más excusas, ya no sirven;  tampoco te escudes en tus enmarañamientos mentales ni disquisiciones embrolladas porque no son más que un producto del miedo a trascenderte a ti mismo y a superar tus propios límites. ¿Ahora te sumergirás en situaciones novedosas que ya no controlas verdad? ¡No te detengas ante ello! ¡Es tu gran oportunidad para crecer y liberarte del encenagamiento arquetípico que te atenaza!
Ahí está tu reto: olvídate de todo lo que has leído, y entra a la vida desde cero, abierto a la infinita posibilidad de existir por ti mismo.

Libertad de pensamiento: Alejate del gregarismo mimético y Fórjate a ti mismo.



Las ideologías ya no han de ser un sustento para percibir la realidad. Debemos acercarnos a ésta de modo ateórico, micro-experiencial y libres de prejuicios –que no exime en ningún momento del acto de juzgar, discriminar y discernir lo que nos conviene de lo que no–.

Hemos de olvidar todas esas ideologizaciones simplistas y pseudocientificistas con las que nos han comido el coco durante toda nuestra vida. Ya no nos podemos regir por ideas-basura estandarizadoras y homogeneizadoras, que no hacen más que mediocrizar nuestra individualidad y potencialidad original.

No seamos tan ingenuos de creer lo que digan unos cuentistas de medio pelo; qué más da la izquierda que la derecha, todo es la misma mierda con diferente olor, pero no dejará de ser un hedor putrefacto y nauseabundo para nuestras neuronas.

No te dejes engañar por las campañas y procesos de ingeniería social que planean en Tavistock u otros lobbys/think thanks financiados por la satánica élite que tiene la ilusión ficticia de gobernarnos. Ve más allá de las impresiones mediatizadas que percibes en tu derredor porque no son más que un simple espejismo hipnotizador y aborregamentes.

Aléjate de los conceptos neolengua que salen de las universidades y aparatos estatales. No te dejes confundir por sus religiones políticas y teorías deshumanizadoras; solo quieren dividirnos, separarnos, que nos odiemos y nos enfrentemos en luchas fratricidas, para posicionarnos a favor de una de las dos posturas que nos presentan como únicas posibles, y así seguirles su juego tanático y destructivo.

Preserva tu serenidad y no te alinees con ningún producto prefabricado del sistema. No te ha de importar un carajo si te insultan, te desprecian, te excluyen o te vilipendian…haz caso omiso y estate por encima de las aguas revoltosas con las que inundan nuestra ya de por sí aminorada voluntad.

No tengas miedo a ser y pensar de forma diferente; es más, has de cultivarlo con mayor diligencia, profusión y vigor. ¿De qué vale la libertad de expresión si no existe la libertad de pensamiento? Piensa por ti mismo y verás que no hay legislación que te calle. Si tú eres tu ley y te bastas a ti mismo, nada podrá cercenar tu explosión de vida.

En muchas ocasiones te verás completamente solo en la lucha, no te amilanes; hoy en día la guerra está en la afectación e impregnación psicológica de lo cotidiano y es individual. Sigue lidiando en el plano de tus emociones, eso te curtirá y crecerás internamente para enfrentar futuras batallas mucho más duras que las que ahora tienes.

Sé valiente, atrévete a ser tú y fórjate a ti mismo. No tengas miedo de la soledad y el retiro, si actúas por imitación mimética te convertirás en un zombi gregario más de los que deambula inertemente por la vida.

Ten claro lo siguiente: nunca estarás solo, siempre te acompañará el calor y la energía ígnea del Sol: tu sol interno.


Lucha esforzada.


No puedes resignarte tan fácilmente. ¿Acaso no ves otra salida que hacer lo mismo de siempre? Una y otra vez retorna la misma situación, la misma temática, la misma mierda. ¿Quieres seguir regodeándote en su hedor inmundo? Joder, no te anquiloses y te comportes igual que hace años…Ahora eres otro, no puedes caer en las mismas redes y dejar que te atrapen. Si renuncias a ello y haces como si no existiera, te comerá la partida y habrás perdido…Sé que cuesta y que es difícil no mandarlo todo a tomar por culo e irte a un lugar recóndito alejado de la miseria ficticia de la vida moderna, pero eso no es la solución todavía, primero has de afrontar tus cuentas pendientes y solventarlas, luego vendrá la paz, ahora estás en la batalla, y la victoria nada ni nadie te la regalará, por eso estás en este mundo, para conquistarla por ti mismo.

Resiste; esto es un camino largo y serpenteante, con muchos obstáculos de por medio, que has de ir franqueando a medida que avanzas; da igual si vas lento, poco a poco lo irás consiguiendo, te irás curtiendo y te harás más fuerte para responder, con tu propio puño, en la contienda final.

No te desanimes. ¡¡¡Sigue!!!


miércoles, 9 de noviembre de 2016

Spanglish y el lacayismo español.


Qué ridículo es que se imponga la educación en una lengua extranjera –inglés– cuando su finalidad no es aprender dicho idioma, sino dar contenidos básicos que se deberían de dar en la lengua nativa, es decir: en español. A este respecto nos surgen ciertas cuestiones: ¿Por qué en los colegios se equipara al mismo nivel el castellano que el inglés y se hacen jornadas/excursiones de inmersión lingüística en lengua inglesa en la propia España? ¿Por qué en las aulas españolas se dan los espectáculos tan esperpénticos de profesores sin dignidad impartiendo la totalidad de asignaturas troncales en un ínglis chapurreado y chapucero (spanglish)? ¿Por qué se impone estudiar en una lengua foránea si los mismos chavales no entienden correctamente ni la española? ¿Por qué los padres instan y fomentan deliberadamente a que en las escuelas se extienda una anglomanía globalizadora que desprecia sus propias raíces y cultura? ¿Por qué éstos se enorgullecen al ver a sus hijos decir los números y colores en inglés y no tanto si a éstos se les ocurre preguntar una cuestión en perfecto castellano que pone en entredicho la coherencia y la ética de sus propias vidas?

En efecto, es un paso más hacia el proceso de idiotización mundial en el que estamos sumidos, y en el que España, como alumno aventajado en lacayismo, humillación,  servidumbre y subordinación ante los intereses del Nuevo Orden Mundial, no podría actuar de otra manera.

No me interesa tanto señalar a los políticos y altos mandatarios del país, porque ya sabemos todos a quienes sirven (a los españoles autóctonos no, claro está), sino a estos mismos españoles que han interiorizado hasta tal punto un discurso de autonegación y denigración de sí, que les está llevando a una autodestrucción esquizofrénica que se expresa en su idolatría irreflexiva y fanática por todo lo que provenga del exterior, de sus tendencias, modas y acatamientos, en especial, de “Europa”: ¿Acaso no saben que España es Europa y lo que ellos llaman tan idealizadamente como “Europa” no es más que  la “Unión” de banqueros satánicos –elite sionista– con el propósito de crear un estado totalitario supranacional (extranjera y no europea) para controlar, parasitar y destruir la autentica Europa, sí, la de los EUROPEOS, sí, incluye también a España, es decir,  a todos vosotros que estáis deseando emigrar a países “europeos” para mostrar vuestra “supuesta” e impostada superioridad respecto a los tercermundistas, paletos y “pobrecitos” que se quedan en este país de “muertos de hambre” (aunque esto último hay que reconocerlo, en muchos casos no hay más opción que la de irse aunque no se quiera, porque si España aún no es un país bananero, poco le falta).

 La agenda ya está dando sus frutos. Las consecuencias de la leyenda negra –artificialmente confeccionada  y propagada por Inglaterra ¡qué casualidad oye!– internalizada hasta el tuétano por cada españolito medio, son más que patentes. ¿Pero es que no veis la estrategia que utilizan las altas instancias poderhabientes para desmoralizar a los jóvenes españoles para que emigren y así no haya fuerza combativa alguna para hacer frente a la balcanización prefabricada de todos los países –empezando como proyecto piloto en España– en pequeñas taifas enfrentadas entre sí para ejercer un mayor control y dominación sobre las mini-naciones que resulten de este proceso, y por ende, sobre las personas infrahumanas que las habitan?                                  

Además de todo esto, se añade la inoperatividad voluntaria mostrada por la casta gobernante ante la entrada masiva de inmigrantes (y los llamados “refugiados” entre los que se ha colado todo tipo de pelaje a saber con qué intenciones…) que escapan de la miseria de sus países, lo que conlleva el aniquilamiento de la conciencia y del sentimiento de identidad nacional, ya menoscabado casi por completo.

Este es el panorama en España, aunque no es un caso aislado, en los demás países europeos sucede lo mismo debido a los efectos devastadores de la implantación sistemática y progresiva de los “protocolos” de la agenda globalizadora, cuyo desarrollo  está en un avanzado estadio…¿Estamos a tiempo de remediarlo?

Para concluir, os dejo con unas preguntas para reflexionar y revaluar las creencias dadas por sentado ante tales cuestiones, dirigidas a aquellos que padezcan el síndrome hispanófobo tan propio del español-medio que cercena y niega su propia identidad:

¿Por qué tanto desprecio a tus propias raíces españolas? ¿Por qué ese complejo de culpa e inferioridad de los españoles ante el mundo y, en especial, ante esa idealización distorsionada de una falsa “Europa”? ¿De dónde nace tanto auto-odio para no considerarte ni siquiera de tu tierra natal ni de la de tus ancestros? ¿De qué vale tanta sangre derramada sobre tu tierra si ahora reniegas y te quieres olvidar de aquellos que han luchado para darte una mejor vida –aquí en tu patria– que la que ellos tuvieron? Si maldices a estos, estás maldiciendo la sangre que llevas en tus venas, por lo tanto, si odias a España, tu tierra, te estás auto-mutilando a ti mismo.

Deja de quejarte y de denigrar y machacar a tus compatriotas. Tú eres igual que ellos, así que si quieres cambiar las cosas, no inventes más excusas y actúa, cambia tu primero. La solución no es irte, es quedarte aquí, prepararte para lo que viene, conocer tus orígenes, quién eres tú, y luchar por tu sangre y tu tierra, lo que implica, primeramente, amarte a ti mismo ante todo.
 

Más allá del trabajo y el dinero: Libertad.




Yo no he venido aquí para ser un simple instrumento que canjea –durante 8 o más horas al día– sus minutos de vida por un dinero que ni da para sobrevivir. Ofreces tus mejores años de vida, tu potencial creativo y tu vigor juvenil en ¿qué?: si trabajas por cuenta propia (negocio típico de una persona corriente) estarás absorbido por tu empresa y sus preocupaciones, impuestos, gastos, papeleo…si eres asalariado: vendes renegadamente  tu tiempo y esfuerzo a un jefe que te la suda, en un trabajo que te asquea y con unos compañeros –si se pueden denominar así– que te putean.  

En ambos casos te prostituyes por una mísera limosna con la que apenas podrás cubrir tus necesidades básicas: comida, techo, vestido  (ni que decir si tienes a cargo familia); además de crear hábitos de obediencia servil en un entorno que está diseñado para alejarte sistemáticamente de tu auténtica naturaleza.

Lo positivo de esta situación es que muchos acabarán tan hasta los huevos, que quizás les quede algo de valor internamente y resurja en ellos las ganas de ser libres y rebelarse ante tal ignominia y abuso que padecen a diario en el mundo laboral.

Basta ya de querer ser esclavos y de construir voluntariamente los propios barrotes de nuestra prisión. Deshagámonos de todos los mandatos que nos imponen los paradigmas de la cultura. La economía no lo es todo, no tenemos por qué sufrir y auto-flagelarnos todos los días de nuestra vida para tener la sensación ficticia de sentirnos útiles… ¿para quién? Esta es la pregunta que has de hacerte: ¿cui prodest? ¿A quién beneficia que tú estés currando como un cabrón todo el puto día? ¿A ti? ¿A tu jefe? ¿Al jefe de tu jefe? ¿Al que le negocia el préstamo bancario a éste? ¿Al jefe de la entidad bancaria donde trabaja éste? ¿Al que tiene acciones en ese banco? ¿Al que se escuda en la sombra detrás de todos los inversores bancarios? ¿Al que controla al de la sombra? ¿Al que controla al que controla a todos los controladores anteriores?...y así ad infinitum.

Este es el mundo en el que vives. Investiga por qué se hace lo que se hace y por qué vivimos como vivimos –si a esto se le puede llamar “vida”–. No seas un autómata que se piensa “independiente” porque se “gana el pan con el sudor de su frente”; esto no es más que una burda creencia de control mental que te han inoculado para que seas un esclavo orgulloso de serlo, nada más.

En fin, no pongas mucho sentido a lo que ves a tu alrededor, mantén siempre tu imperturbabilidad, busca los subterfugios del sistema donde te encuentres cómodo y créate tu propia realidad:  intenta que tu estancia en esta vida sea lo más parecido a tu propio paraíso –no al del otro–; también te digo lo mismo si tienes que currar en algo que no te gusta porque no te queda más cojones, busca la enseñanza que te pueda ofrecer esa experiencia y utilízala en tu favor, pero nunca te apegues a ello, y menos por miedo a perderlo o por el simple y mero hecho de ganar dinero.

La vida es mucho más que la bellaca obsesión por el dinero y lo material, no solo somos humanos, sino también seres; deja de vegetar y comienza a existir por ti mismo.

¡Ya es hora de ser libres!

Victoria Interior.



El viento azota el semblante,
con gran firmeza extrae el diamante,
reluce mucho más que antes,
sí, todos estamos expectantes.

El brillo asombra a  la oscuridad,
ilumina las fauces de la inmensidad,
arroja los miedos más allá de la falsedad,
en ti encontrarás la verdad.

 El profundo mar atraviesa la superficie,
tan fuerte y resistente como un arrecife,
la fulgente cicatriz es nuestra efigie,
este es tu momento, elige.

 Estamos aquí para dar respuesta,
es la acción la única arma nuestra,
aquella que nos hará triunfar,
lucha, combate y vencerás.

Síntesis del Blog. FIN

"La Vía del Rebelde Autárquico: la que labra su propio sendero, la que inicia una nueva ruta, la suya propia, con la íntima convicción ...