viernes, 31 de marzo de 2017

Ingeniería social. Propaganda y “forjadores” de la opinión pública.



Este proceso de debilitamiento del ser humano mediante la destrucción de todo aquello que le caracteriza de forma natural y espontánea, causado en gran medida, como hemos planteado en anteriores párrafos, por la imposición de agrupamiento en masa como forma de estructuración convivencial de la sociedad, ha hecho que seamos unos sujetos atomizados y aislados a merced absoluta del condicionamiento super-estructural del aparato del poder, es decir: nos hemos transformado en sujetos aptos para que nos engañen y nos manipulen descaradamente. ¿Pero cómo lo hacen? En la totalidad de las ocasiones, a través de la planificación sistematizada de discursos persuasivos, o lo que es lo mismo, la persuasión ideológica organizada comúnmente llamada como propaganda, que es definida por Bernays, como “simplemente, una convincente declaración de veracidad”.

Aquí es necesario apuntalar que el máximo representante de la propaganda moderna, es Edward Bernays, quien fundó las actuales Relaciones Públicas, disciplina nacida bajo la fusión de la ideología política con la publicidad, dando resultado al marketing actual de nuestros días. En su desarrollo, Bernays plantea que la propaganda en la actualidad, es “universal y continúa”, cuya única finalidad es “disciplinar al público para que gaste su dinero”.       

Con arreglo a esto, “los forjadores de opinión” –como Bernays llama a los propagandistas ideológicos-publicitarios de nuestra sociedad– realizan campañas planificadas de ingeniería social para crear tendencias ideológicas artificialmente diseñadas y moldear y condicionar la opinión pública en beneficio de los intereses de la élite gobernante,  y así poder conseguir más fácilmente “la aprobación de las masas”. Asimismo, Bernays, en su libro Propaganda, no sólo se limita a describir lo que hoy en día es un hecho más que visible –aunque algunos no quieran abrir sus ojos–, sino que va mucho más allá en sus pretensiones de dominación psicológica total de la sociedad, planteando que “la nueva propaganda no sólo se ocupa del individuo o de la mente colectiva, sino también y especialmente de la anatomía de la sociedad, con sus formaciones y lealtades de grupos entrelazados”, lo que significa que las acciones planificadas que plantean los ideólogos del poder, van dirigidas a controlar cada conducta del ser humano, para minimizar nuestra resistencia individual frente a sus ataques ideológicos invasivos;  hasta el punto de que penetren en nuestra conciencia interior sus dogmas y credos capitalistas para infantilizarnos y, así, ser aún más dependientes del poder constituido. Esto se expresa en la masiva manipulación a la que estamos sometidos, lo que implica que no somos dueños de nuestras propias vidas, sino que nos manejan a su antojo a través de los impulsos involuntarios e instintivos de nuestro inconsciente colectivo;  por lo que podemos afirmar sin ningún género de dudas, lo mismo que ya señalaba  Lacan, que el sujeto actual " no habla sino que es hablado".      
         
En este aspecto concreto –como en la mayoría– nuestra confusión generalizada está producida por la tremenda influencia que tiene la propaganda ideológica del poder en nosotros. Vivimos hipnotizados y desconectados totalmente de los mandos de nuestras propias vidas, del conocimiento directo con nuestro espíritu, cegándonos en el olvido de nuestro origen, por eso no hacemos más que vagar a merced de lo que dicten los otros, sin ningún tipo de control sobre nosotros mismos.    
          
En todo este tiempo, el aparato de dominación ha llevado a cabo un proceso de desnaturalización de nuestro propio ser, en el que nos hemos convertido en seres fragmentados que son incapaces de comprender y dar coherencia a su propia existencia. Nos instan a vivir abocados en una continua disconformidad con nosotros mismos, en un perpetuo conflicto interior entre aquello que realmente somos y las exigencias externas que nos obligan a comportarnos según los paradigmas culturales prefabricados por el sistema, por lo que se produce en nosotros, lo que Leon Frestroyer  llama “disonancia cognitiva”, proceso que se da en nuestro interior de una manera intensamente permanente.  Este fenómeno psíquico, implica que estemos en una situación interna de extrema tensión y angustia, debido a la incompatibilidad que confiere dos sistemas de ideas simultáneamente en nuestro fuero interno, ya que sentimos la fuerza de nuestra naturaleza propia expresarse en nuestro interior, pero generalmente, es socavada, en la mayoría de los casos, por nosotros mismos, puesto que nos rendimos ante la imposición de un producto “artificial” del sistema, que se acaba imponiendo irremediablemente como nuestra naturaleza “impostora”.   
          
Por tanto, nuestra incongruencia existencial potenciada por el propio sistema, genera la existencia del mismo en nosotros, y su reflejo opresivo en el exterior, esto es, sucumbimos ante la cosmovisión del mundo que nos impone el sistema, envolviéndonos  toda nuestra realidad, como un escenario naturalizado propio de nuestra esencia. De modo que nos inducen a un estado perturbador, de confusión, de completo aturdimiento para que no encontremos nuestro propio centro, nuestra propia coherencia interna ni la propia integración de la dualidad fragmentada inherente a nosotros.          
          
Así pues, la realidad que el sistema produce para nosotros,  está programada para que no consigamos alinear nuestros pensamientos, creencias, actitudes y comportamientos, ni tengamos una coherencia entre  lo que pensamos y hacemos, ya que significaría tomar las riendas de nuestra propia vida y empoderarnos como individuos absolutos frente a las injerencias y agresiones externas, lo que obviamente, no les interesa.         
          
Desde esta lógica, la finalidad de la propaganda sistémica con la que nos bombardean, además de que nos rasquemos los bolsillos y de robarnos con nuestro “consentimiento”,  es  infectar nuestras mentes con su visión darwinista y reptil del mundo, donde nos inducen al odio crónico, a la violencia sistemática, a la competencia sin medida y al hedonismo embotador de conciencias; su único objetivo es el puro control social per se, por su placer personal de ver a miles de millones de personas sufriendo a diario, sin nada que llevarse a la boca, sin ningún techo con el que refugiarse,  matándose en guerras inventadas, sin posibilidad de conocer la felicidad en este mundo, cuya única alternativa que les queda para escaparse de esta insoportable existencia, es el suicidio masivo.



miércoles, 29 de marzo de 2017

Potencia nutricia: más allá de los miedos (auto)impuestos.


No te aísles del mundo. Inmiscúyete más. Estate dentro. Fusiónate e imprégnate de su fragancia, pero siempre con una direccionalidad propia, conforme a un objetivo trascendente que te hayas propuesto para la autoconstrucción de tu existencia.

En ese camino hacia la expresión diáfana de tu ser, habrá muchas etapas y ciclos que transitar. No te apegues ni renuncies a ninguno de ellos, todos son necesarios y te ofrecerán una oportunidad óptima para seguir creciendo y desarrollándote interiormente. Ya sabes que el sendero que has de cruzar no va a ser como el de la mayoría, porque tú no irás a lo fácil y cómodo, ni a lo que atrae a tu personalidad artificial. Tu liberación está en todo lo contrario: ir hacia aquello a lo que tienes una aversión irracional y exagerada sin razón alguna. Esto significa que hay algo en lo externo que refleja un aspecto interno de ti que no aceptas ni ves.

Adéntrate en tu oscuridad y no permitas que el miedo te posea. Ilumina con tu chispa de conciencia todo sombrío temor y rompe los limites (auto)impuestos que te hacen escoger argumentos externos ya conocidos y trillados por todos los medrosos, mediocres, miedicas y apocados a quienes les guía una enfermiza obsesión de seguridad, y, como consecuencia, el más mísero terror a ser libres.

En un mundo como el de hoy, donde todo es caos, transitorio, caduco, mutable, efímero, acelerado… lo perenne, imperecedero, sólido, estable e inmutable ha de estar dentro de ti. Pero esto no se consigue estancándote para siempre en posiciones ya conquistadas e identificándote con lo fenoménico, no. Para actuar con la firmeza y voluntad del espíritu, has de fluir con las circunstancias, adaptarte a las situaciones y aconteceres vitales, ir por múltiples itinerarios, transformarte en mil formas, actuar en diferentes contextos… pero siempre dominando tú a los elementos, no ellos a ti. Sírvete de su energía y hazla tuya. No dejes que el azar y el destino al que te ha sojuzgado el otro, dirijan tu vida: crea una estrategia interna para dar sentido a tu transitar existencial y genera –con los elementos que te brinda la vida– una realidad propia.

¿Por qué has de resignarte pasivamente en el rol en el que te coloca el otro? Acepta ese rol y hazlo tuyo, aprópiatelo, da lo mejor de ti mismo en el desempeño de esa función y agota su contenido arquetípico: ve más allá y créate a ti mismo,  escribe un guión propio y encárnalo en tu vida. Cuando sientas que has de expandir tu conciencia, no des pábulo a los miedos de tus yoes psicológicos porque te harán justificar, culpabilizar a los otros y esperar a que haya una oportunidad mejor…  Nunca va a haber una oportunidad más óptima de ejercer tu voluntad que ahora mismo: ¿por qué esperar a qué las cosas cambien? ¡Eso es un inmovilismo indolente producido por el miedo a ser tú mismo!  Muévete y propicia tú el cambio, el momento adecuado, la acción crucial: Tu kairós

No dejes de hacer las cosas por temor y arredramiento. Enfrenta a tus miedos, da un paso al frente y atraviesa tus límites: véncete a ti mismo.  Desenfunda tu espada y corta todos los nudos que te anclan a la materialidad ínfera de este mundo. Elévate sobre ti mismo; verás lo cotidiano desde lo alto, desde un prisma mucho más amplio, extenso, holístico, expansivo y sinérgico. Nunca más estarás a merced de la emocionalidad exacerbada de las situaciones diarias que genera el otro en ti, sino que tú la cabalgarás, la domeñarás y la portarás de una forma integrada, alquimizada y transmutada en el fúlgido fuego de la Voluntad de tu espíritu: serás el dueño de tu existencia, el emperador de tu sacro imperio. 

domingo, 26 de marzo de 2017

Nada en exceso.



No cometas el error de dejarte guiar por tus apetitos titánicos y desmesurados, por la impresionabilidad del número, del reino de la cantidad, de lo llamativo y cuantificable. No te fíes de la valoración externa que dicta la cultura para con las cosas. Lo más no tiene por qué ser mejor que lo menos, y viceversa, lo menos no tiene por qué ser mejor que lo más; pero tampoco es cierto que lo más o lo menos sea mejor o peor en sí mismo porque se haya estipulado en lo externo de esa determinada manera. Tú tienes que decidir qué es lo mejor o peor para ti, lo conveniente o no conveniente, lo que te sienta bien y lo que no; escúchate y atiende a tu propia naturaleza. Cada individuo es diferente entre sí; siempre uno necesitará de esta o aquella cosa más o menos que otro, por lo que la medida para determinar el valor de una cosa, no se encuentra en el exterior, sino dentro de cada uno: ¡cada cual ha de saber qué es lo provechoso para sí!    

No te rijas por medidas estandarizadas de lo externo, porque siempre te pasarás o te quedarás corto, siempre por exceso o por defecto: aléjate de las opiniones, creencias, habladurías, leyendas, supersticiones o discursos que provengan de la cultura; busca tu propia medida alquímica, lo adecuado a tu propia naturaleza, lo justo, lo suficiente para ti, lo que te colma y te sacia, lo correspondiente a tu propio mérito: ni más ni menos.          

Ten cuidado con los golpes de la fortuna porque tan pronto como suben, así de rápido bajan, ya que eso te lo otorga el otro, no tú. Nunca estés a merced de los designios de nadie, bástate a ti mismo y gánate las cosas con el sudor de tu frente: lo que tú te procuras con tu esfuerzo, perseverancia, tiempo y voluntad, nadie ajeno te lo podrá extraer; es tuyo para siempre: ¿qué decides, pues?        

La medida propia es la justa; escúchate y atiende a tu propia naturaleza: ni más ni menos.


miércoles, 22 de marzo de 2017

Imperturbabilidad polar.


No puede seguir impune avasallando tu realidad. Párale los pies. Determina tu límite y házselo saber. Si el otro utiliza la violencia ciega, tú dirígela, encáuzala y vertébrala hacia la firmeza y fortaleza de tu voluntad; ejecútala sin miramiento ni contemplaciones. No permitas que salgan a tu encuentro síntomas de compasión, piedad, temor, duda o titubeo.  Que no tiemble nunca tu mano cuando has de empuñar el sable y utilizarlo para dar el golpe decisivo y culminante. Si por más que lo intentas el otro sigue invadiendo tu territorio, estás legitimado para hacerle frente y subyugarle por completo a tu voluntad, es más, si ves conato de peligrosidad, has de eliminarlo, aniquilarlo y extirpar su pestis de tu inmaculado horizonte.

No tengas miedo a utilizar tu fuerza, tu energía y tu vehemencia para defender tus dominios. Imponte y yérguete. Ejerce el derecho (y la obligación) a preservar tu integridad y libertad propia. No dudes en utilizar veneno si el otro te está molestando continuamente: ¿Qué se hace con una plaga de cucarachas? ¡Exterminarla! Pues eso has de hacer con aquellos elementos ínferos que el otro ha puesto en ti. ¡Erradícalos de una vez! No te quedes esperando a que desaparezcan por sí solos o a que otro venga a hacerlo por ti. Tu eres el responsable de tu existencia, si por tu inacción dejas entrar a virus infectos, éstos se multiplicarán hasta carcomer tus defensas y usurpar tu trono.

Nunca toleres que esto suceda. Antes, ejecuta tu férrea voluntad con contundencia, vigor y determinación para expulsar todo intruso que no sea bienvenido a tu castillo. Si algo de afuera te procura una mejora, un crecimiento en la conjunción de los elementos ya integrados que presentas en tu interior, abre las puertas para expandirte hacia lo alto; pero, por el contrario, si el elemento externo es para achicarte, someterte y corroerte, destrúyelo sin pensártelo dos veces. Actúa con la energía gélida de tu soberanía interior y ejerce tu áurea autoridad. 

Simplemente, elévate hacia las alturas imperturbables del albor polar de tu interior y aplica el fuego frío: el furor olímpico, el ardor regio de tu sangre, la voluntad ígnea de tu espíritu.

domingo, 19 de marzo de 2017

El origen somos todos.




Podemos asegurar que todos nos debemos a todos. Nuestra única misión de vida es existir aquí para encontrarnos y reconocernos como seres emanados de un Todo al que, todos sin excepción, pertenecemos. El arché de Parménides, no es más que nuestro origen, nuestra fuente de creación, nuestra emanación profunda del ser, porque todos somos y pertenecemos al ser original, a lo que realmente es, por lo tanto, no existe lo que no es, sino sólo el ser en su omnipresente totalidad.

Los seres humanos estamos hechos de la conciencia del ser, y en consecuencia, todos somos lo mismo en esencia. Ya es momento de eliminar de raíz los preceptos, creencias y dogmas religiosos-culturales que nos han dominado durante milenios, tergiversando la realidad de nuestra propia naturaleza. No existen individuos, grupo de individuos o razas determinadas que por designios divinos de un dios demiúrgico usurpador –que ha suplantado un lugar que no es suyo– vengativo y maléfico les concede el derecho a someter, oprimir, explotar y esclavizar a los demás seres existentes en el universo, ya que simplemente, todos procedemos del mismo origen, somos divinos. Ya no hay nadie mejor que el otro, no debemos competir pisando a los demás, porque no hay prisa ni premio por llegar antes que otro a un determinado lugar que alguien ajeno a nuestro interior ha impuesto externamente.

El único premio al que podemos acceder ya está en nosotros, es simplemente ser consciente y existir en un mundo donde haya cabida y expresión para la creatividad de todo el mundo, y en el que las diferencias y particularidades que cada uno poseemos, ni mucho menos debe ser un motivo para separarnos, agredirnos u odiarnos, sino un motivo para celebrar conjuntamente entre todos. La manifestación de la diversidad y autenticidad de nuestro ser, es el mayor regalo que el universo nos ha podido hacer, y que nosotros por agradecimiento, debemos devolvérselo a través de nuestro compartir con los otros. Por eso, a medida que expresamos nuestra condición única a los otros, más expandimos dicha condición, y más nos enriquecemos interiormente. Este es el verdadero recuerdo: cuanto más auténticos seamos con nosotros mismos y con los demás, más amor recibiremos del universo en su conjunto. De ahí que tanto el conocimiento de que procedemos de una misma fuente como que nuestra condición auténtica, irrepetible, singular y única es un don que nos ha otorgado el universo para que lo compartamos con los demás y así, enriquecernos individual y colectivamente, debería ser el acicate para que nuestra vida y existencia en este mundo fuera una continua celebración de armonía, serenidad, dicha y bienaventuranza entre todos y cada uno de nosotros.


Leer:  La Rebelión Autárquica. Ensayo sobre la liberación del ser en tiempos de espejismo social


miércoles, 15 de marzo de 2017

Materialización del espíritu y Espiritualización de la materia.


Aquí estamos una vez más. Dando el do de pecho y plantando combate. Seamos valientes, magnánimos y orgullosos de lo que somos. Miremos siempre hacia lo alto y tengámonos en excelsa estima. Si tú no te amas a ti mismo ¿Quién lo hará por ti? Si te amas, dirás “yo amo”, luego tú serás tu propio amo.

Aunque no sepas hacia dónde dirigirte, continúa haciéndolo, si no lo ves, siéntelo, deséalo con todas tus fuerzas y percibirás tu ser más allá de por dónde transites; no importa el lugar, ni la apariencia o escenario fenoménico que se represente en lo externo, busca más allá de las formas y limites que advengan en tu camino; rompe muros, salta vallas: cruza infinitas fronteras.

Libérate de lo condicionado y accede a tu condición primigenia: tú espíritu.

Sé como el rayo que fulmina con su potencia lumínica todos los aspectos ínferos del otro en ti y como la lava ígnea de un volcán que arrasa con su fuego purificador todo lo pasado y degenerado.

Alquimiza los ingredientes que componen tu naturaleza y crea algo propio: tu propia ambrosía eterna, tu propia esencia inmortal.

Materializa el espíritu y Espiritualiza la materia”. 

viernes, 10 de marzo de 2017

Aión Vital.


Desecha todo lo que no te otorgue energía y fuerza. No te dejes invadir por el pulso tanático, la desidia y la holgazanería. Si te acostumbras a no hacer nada o a simular como que haces –es peor esto último porque te estás autoengañando– serás un simple vegetal, un pérfido espantapájaros lleno de cuervos y buitres devorando tu impulso vital.

Que no te invada Thánatos. Aprópiate de tu tiempo y conquístalo para ti. Llénate de eternidad y nunca hagas nada para matar el tiempo, porque aunque no te des cuenta, estarás matando lo más preciado que posees: TU EXISTENCIA.

Todo lo que emprendas, realices y acometas, imprégnalo del fulgor ígneo de tu espíritu; que todo sea crecimiento, expansión, renovación, vitalidad, energía, conciencia, renacimiento y liberación.

Haz que el tiempo completo de tu vida sea enteramente tuyo. Si éste peligra por tu descuido, no dudes en combatir al agresor externo que habita dentro de ti; defiéndelo con la espada de tu honor y la braveza de tu firme voluntad.

Elévate y trasciende tus propios límites. Eres mucho más de lo que te crees. Empieza por no creer, sino por crear: crea una existencia propia en ti, por ti y para ti.

Aprovecha el tiempo que te ha dado esta vida y genera tu propio Kairós: ¡te liberaras de Cronos para siempre! ¡Serás Aión!

martes, 7 de marzo de 2017

¡La era del Kali-yuga!



La época actual, pertenece a un final de ciclo de 25.000 años aproximadamente. Nos encontramos en pleno cambio de era, y ahora es cuando más intensamente se manifiesta la disolución de la etapa anterior. En estos últimos siglos, nos hemos encontrado en el Kali-yuga, pero ya estamos aconteciendo a su fin, y ahora es cuando las potencias ciegas de la furia desencadenada del universo, se manifiestan en su dimensión máxima de destrucción de todo lo existente. Según la tradición Védica, está edad cíclica por la que indefectiblemente cursan todas las civilizaciones, es la edad sombría, la más oscura de todas, donde la luz brilla por su ausencia, y los seres humanos se apagan en el olvido de sí mismos. El oscurecimiento de la divinidad trascendente que caracteriza a la esencia del ser humano de nuestra época, ha sido un hecho tan temido como sabido a lo largo de la historia. En el texto hinduista del Vishnú puraná, hace varios siglos atrás ya se describía con total exactitud la sociedad decadente de nuestros días en los siguientes términos:

“Un mes mortal es igual a un día y una noche de sus antepasados; un año mortal es como un día y una noche de los dioses (...) Cada texto será tomado como una ley sagrada en la que la gente creerá, todos los dioses serán para ellos dioses que adorar; y todos los espacios que comprenden la vida serán comunes a todas las personas por igual. En la edad de Kali, el ayuno, la austeridad, y la generosidad serán practicadas con la mirada puesta en la complacencia de aquellos que les están observando, lo cual, les servirá a modo de justificación. El orgullo de la riqueza estará motivado por posesiones muy insignificantes (…) Las esposas dejarán a sus maridos en el momento en que ellos pierdan sus propiedades, y sólo aquellos que sean ricos,  serán considerados por las mujeres como sus señores. Entre los hombres, aquel que preste mucho dinero será el amo, y la descendencia familiar, ya no será más un título de supremacía. La mente de los hombres estará enteramente ocupada en la adquisición de riquezas, y éstas serán utilizadas únicamente para gratificaciones egoístas. Las mujeres seguirán sus propias inclinaciones, y siempre relacionadas con el placer. Los hombres fijarán sus deseos sobre las riquezas, aunque sean adquiridas de forma deshonesta. Ningún hombre repartirá ni la parte más pequeña de la moneda más pequeña, aunque sea por el ruego de un amigo. Los hombres de todos los estratos harán ostentación con el fin de equipararse con los Brahamanes. La gente estará casi siempre temiendo a la muerte, e inquieta por la escasez; y por consiguiente, nunca verán el semblante del cielo; todos vivirán (…) un período de sus vidas al servicio del miedo, el hambre y la necesidad. En realidad nunca habrá abundancia en la edad de Kali, y los hombres nunca disfrutarán del placer y la felicidad (...) Serán egoístas, miserables y desaliñados; serán reprimidos y mentirosos; serán indecentes e inmorales en su comportamiento, y se unirán entre ellos como hombres disolutos entregados al placer. Los príncipes, en vez de proteger, saquearán a sus súbditos, y con el pretexto de recaudar impuestos, robarán a los comerciantes sus propiedades (...) Todo aquel que sea débil será un esclavo (…) Se encontrarán oprimidos por el hambre y los impuestos, los hombres abandonarán sus tierras nativas, y se irán a aquellos países en busca de ásperos granos de comida [ganancias] (...) Los hombres se desviarán hacia la herejía, la iniquidad florecerá, y la duración de la vida, por tanto, disminuirá (...) Los hombres tendrán poco juicio, vigor o virtud, y por lo tanto perecerán en un período muy breve (...) Dotados con poco sentido, los hombres, sujetos a toda debilidad de mente, habla y cuerpo, cometerán diariamente pecados; y todo estará calculado para afligir a los seres viciosos, impuros y miserables, que se generarán en la edad de Kali.

¿No se parece bastante a nuestro mundo actual? En efecto, así es.


Leer: LA REBELIÓN AUTÁRQUICA. Ensayo sobre la liberación del ser en tiempos de espejismo social






Síntesis del Blog. FIN

"La Vía del Rebelde Autárquico: la que labra su propio sendero, la que inicia una nueva ruta, la suya propia, con la íntima convicción ...