martes, 26 de diciembre de 2017

"Fun morality". Risas hipnotizadoras y vacío interior.


El sistema actual se ha convertido en la dictadura perfecta, sin fisuras, que todo lo abarca. Es un sistema totalitario, que integra el control a través de la sutileza y la apariencia “festiva” placentera con la coerción más cruda y absoluta. A este respecto, Lipovetsky plantea que vivimos en un tipo de sociedad donde “la seducción reemplaza a la coerción, el hedonismo al deber, el gasto al ahorro, el humor a la solemnidad, la liberación a la represión, el presente a la promesa del futuro”, lo cual, supone las precondiciones básicas para el “turboconsumismo” actual, en la que la sociedad de consumo y el hipercapitalismo más salvaje, se presentan a sus anchas.        
         
El sistema ha diseñado una realidad ficticia de goce ilimitado mediante un entramado de ocio donde se exacerba lo placentero, lo lúdico, lo festivo, la diversión permanente, la alegría chabacanera, la estimulación prefabricada de los deseos, la falsa felicidad y el placer consumista, para opacar la crudeza real del sistema y la anulación a la que nos somete diariamente con su control totalitario, su maquinaria impositiva y su esclavitud laboral. El sistema nos somete a todo tipo de distracciones para hipnotizarnos e inducirnos a una alucinación de “alegría ambiental” en la que no percibamos nuestra condición de esclavos. Para ello, como ha planteado Postman, nos han sometidos a la “ideología del entretenimiento” con la que nos envuelven en una atmosfera de superfluidades que embotan nuestra capacidad de razonamiento, discernimiento y pensamiento crítico-autónomo propio. De forma que esta lógica del “entretenimiento”, no implica sólo una imposición cuya finalidad es “aplanar” nuestra mente, sino que somos nosotros mismos quienes demandamos y exigimos un mayor entretenimiento para  “aplacar” el aburrimiento social generalizado de nuestros días, quizás, la peor enfermedad que puede sufrir el ser humano.            

Actualmente,  nuestra vida es tediosa –tedium vitae–, es un cansancio, un aburrimiento crónico. El sistema nos ofrece siempre las mismas cosas, y nosotros siempre hacemos lo mismo, nos repetimos continuamente, día tras día en nuestra cargante y pesada soledad. Nos vemos ansiosos por hacer cualquier cosa, con la simple motivación de “matar el tiempo” para que se pasen las horas y los minutos de una existencia que estamos en el límite de no soportar más. En vez de estar un rato con nosotros mismos y bucear en nuestras profundidades psicológicas buscando las causas de esta apatía depresiva generalizada que nos caracteriza a los individuos actuales, preferimos el consuelo del consumismo patológico y de la industria del entertainment destruye-conciencias, para olvidarnos de la aceptación de una realidad en la que hemos perdido el rumbo de nuestra propia vida, en la que siempre estamos fijados en el exterior, y que nunca damos abasto para colmar la angustia de nuestro vacío interior.       

En consecuencia, la sociedad actual está compuesta por individuos infantilizados que siempre están pidiendo más y más, y que son incapaces de darse cuenta de que cada vez que prestan más atención a todas las prebendas que oferta el sistema, más pierden de su valioso tiempo en hacer el acto de adentrarse en sí mismos y recuperar la autonomía y la libertad interior perdida. Sin embargo, esto parece no importar en absoluto, puesto que estamos tan absortos e hipnotizados por la idiotez y la mediocridad imperantes, que estamos llegando a un punto de no retorno en el que la involución de nuestra especie se torna irreversible.        

Llegados a este punto, nos surgen las siguientes cuestiones con las que reflexionar: ¿qué podemos hacer si nuestro único propósito en la vida es “pasarlo bien”, entretenernos y divertirnos con las prebendas que nos ofrece el mercado? ¿Por qué adoptamos sin cuestionar el estilo de vida que nos ofrece el sistema y no creamos uno propio?

jueves, 14 de diciembre de 2017

Acción Volitiva.


Las situaciones angustiosas que vivimos no son más que el sustrato material del que nos tenemos que servir para realizar nuestra Gran Obra, esto es: convertir el veneno en alimento.

Para ello, tenemos que trascender nuestros miedos internos e ir más allá del qué dirán y del deseo enfermizo de reconocimiento, ya que, si no, pondremos nuestro poder afuera de nosotros mismos, y el Otro (ya sean hijos, familia, vecinos, trabajo, sistema…) nos tendrá subsumidos en su tiránico y despótico arbitrio…¡Basta ya! ¡Demos la vuelta a la situación y no dependamos jamás del deseo de reconocimiento, sino del Reconocimiento del Deseo! Es decir: Reconozcamos nuestro Deseo Propio y seamos absolutamente Fieles a él.

No hay más esperas ni excusas. ¡Estemos preparados! ¡El momento ha llegado! Nos encontramos en una encrucijada y hemos de tomar una decisión: ¿Esclavitud o Libertad?  Nos echarán todo tipo de obstáculos encima, nos pondrán clavos, pinchos, cadenas y multitud de trampas para agotar nuestra paciencia y entereza, y así entrar por el aro… Pero nunca hemos de cejar en nuestro empeño: siempre perseverantes, férreos y entregados totalmente a nuestro ideal, al logro máximo de nuestro sacro-objetivo íntimo y personal; si nos establecemos una meta trascendente y somos obstinados y tenaces en su realización, no habrá nada ni nadie que nos aparte de nuestro recto camino, de nuestra vía sagrada, de nuestro Noble Sendero.

Así que, no dejes que la comodidad y la inercia poltrona de tu rutina diaria carcoma tu vitalidad; ve más allá de tus autolimitaciones y atrévete a plasmar, con originalidad y creatividad, tus emprendimientos vocacionales y autárquicos. ¿Te vas a quedar con la inquietud, pena y remordimiento de ni siquiera haberlo intentado, o, más bien, con la Tranquilidad, Dicha y Plenitud de saber que estás luchando por lo que quieres? Es más, ¿Y si consigues lo que te propones? ¡Vamos! ¡Empuje y Valor! ¡Coraje y Honor!

Si tú estás absolutamente Decidido y tienes una Voluntad de Hierro, inquebrantable y sostenida en el tiempo, tus sueños se harán Realidad. Ya no padecerás el sueño de otro; Vivirás tu Propio Sueño: Tu Auténtica Existencia.

Si no quieres que se repita una y otra vez lo mismo de siempre: ¡Haz algo diferente!

Ser Dueño de tu Propia Vida solo depende de tu Determinación y Propósito. ¡Adelante! Ejecuta TU VOLUNTAD. 

¡Acción!


lunes, 27 de noviembre de 2017

Néctar Divino.


Frustración e iracundia rotunda. Entras en un ciclo de toxicidad emocional y no eres capaz de domeñarlo… Intentas auto-motivarte, seguir hacia adelante, pero el dolor intenso se clava como una espina en el corazón. Sangra y sangra, pero no eres capaz de cerrar la herida. Solo queda pararte y resignarte…

Acepta lo que estás viviendo, aquello que ves en tu realidad. Aún no entiendes nada, quizás en un tiempo lo harás. Ahora te duele, duele mucho. Afróntalo con gallardía y serenidad.  Si ha llegado a tu vida, por algo será: todo ocurre por alguna razón, aunque no seas en absoluto consciente de la misma.

Entiende que esa situación amarga que estás vivenciando, la ha creado tu inconsciente para que percibas algo de lo que no te estás dando cuenta. Quizás esa potencia espiritual que te anima, no quiere que sigas avanzando con los ojos vendados y los oídos completamente tapados… Párate, reflexiona. ¿Qué estás haciendo con tu vida? ¿Estás yendo por donde quieres ir o deambulas a la deriva? Andas, andas y andas… ¿Pero llegas a algún lado?  

Solo mueves tus pies de forma automática; tanto movimiento para quedarte inmóvil en el mismo sitio: con los mismos miedos, con tus mismas inseguridades y dudas de siempre. Si tu realidad no cambia, es que, sencillamente, no cambias tú. Mucho hablas, pero poco haces; muchas palabras pero pocos actos; nada más que fanfarronear e ir de listillo… Quieres volar, sí, pero el peso de tu arrogancia y, por lo tanto, de tu absurda sensación de pequeñez, te arrastran hacia lo más sórdido del suelo… No olvides jamás que la grandeza interior se forja con obras dignas de virtud e intrepidez magnánima; no con palabras deslizadas en el olvido fatuo de un viento raso…

Ahora te ves a ti mismo en el fondo más hondo del precipicio… ¿Qué vas a hacer? ¿Te das la vuelta para atrás cobardemente o decides ir, valientemente, hacia adelante asumiendo las consecuencias de tus acciones?

¡Es tu momento, tú kairós! ¡El tesoro más preciado por el que tanto tiempo has estado luchando! No mires hacia atrás, ve siempre hacia adelante; si no sabes dónde ir, ¡qué más da! Da un paso al frente y lánzate al vacío; el abismo parece oscuro y nebuloso, pero en su parte más honda y profunda, se encuentra la luz resplandeciente y renovadora de TU PROPIA EXISTENCIA.

Deja atrás el humus desgajado del desaliento y báñate en las aguas doradas de tu espíritu; aliméntate de la áurea ambrosia de tu Voluntad Todopoderosa: el Néctar de tu Sagrada Divinidad. 

martes, 24 de octubre de 2017

Liberación Matricial.


Esta mátrix es un espejo-copia invertida –y de mala calidad–  de la auténtica realidad a la que sí pertenecemos en esencia, por eso aquí nos sentimos totalmente foráneos y extranjeros… Y más en los últimos coletazos del Kali-yuga, donde todo lo que debería estar arriba, está abajo, y todo lo que debería estar abajo, está arriba… Es por esto que hoy en día vemos como se vanagloria lo feo, lo malo y lo falso; la cobardía, la traición y la mísera sordidez instintivo-animal que asola el poso ínfero de nuestros inconscientes…

Pero, aunque no lo parezca, los creadores de esta mátrix nos temen, por eso nos quieren bien maniatados, manipulados y controlados, ya que nosotros poseemos –aunque lo hayamos olvidado–  lo que ellos no tienen ni nunca tendrán: Un espíritu increado. Y si seguimos estando atrapados samsáricamente aquí –vida tras vida–, es porque aún no lo sabemos ni queremos saberlo; justo en el instante mismo en el que tomemos conciencia de nuestro poder interno, en el que recordemos verdaderamente quienes somos en realidad, ya no habrá vuelta atrás, nos dirigiremos indefectiblemente hacia la liberación de nuestro espíritu y saldremos, de una vez por todas, del narcótico hipnótico al que nos tienen sometidos y que nos mantiene aletargados y servilmente utilizados para fines ajenos a los nuestros… Si optamos por encarnar nuestro espíritu en cada acto que realicemos, no solo habremos conquistado terreno propio aquí y en otros mundos, sino que habremos retornado a nuestra patria original: lo bueno, lo bello y lo verdadero; el valor, la lealtad y la excelsitud ígnea de nuestra divinidad.  

Una vez que recordemos nuestro origen, no importará en absoluto que estemos físicamente en esta prisión-mátrix, puesto que ya no viviremos su realidad: habremos salido mental, anímica y espiritualmente de ella, y, por lo tanto, nada que provenga de ésta nos afectará lo más mínimo; Imperturbables e Invictos seremos totalmente Soberanos de nosotros mismos, nos regiremos por nuestras propias Leyes, en nuestro propio Microcosmos, según nuestra Magna Voluntad

Habitaremos nuestra propia realidad. NUESTRA AUTÉNTICA EXISTENCIA.



lunes, 16 de octubre de 2017

Guerra interior.


Hay un momento en la vida en el que nos vemos como Arjuna en el Bhagavad Gita: estamos en el campo de batalla y atisbamos con perplejidad que, enfrente de nosotros, se encuentran nuestros familiares, amigos, maestros, ídolos… Y ahí, es cuando nos damos cuenta de que éstos, a quiénes considerábamos nuestros más fieles compañeros, son, en realidad, nuestros más traidores enemigos… ¿Qué hacemos en ese instante que se nos viene totalmente abajo el mundo de ilusión que nos habíamos creado? ¿Huimos cobardemente de esa visión aterradora de lo real o decidimos, por el contrario, insuflarnos de valor y permanecer, impertérritos e invictos, dispuestos, absolutamente y sin condiciones, para el combate? ¿Acaso tenemos la obstinada capacidad para desprogramarnos, por completo, de todos los apegos, creencias, dependencias, deseos, dogmas, conductas, manías, caprichos, miedos, quimeras y delirios que el otro ha inculcado en nosotros durante vidas? ¿Acaso estamos preparados para combatir contra lo que más amamos?

En realidad, todos nuestros enemigos, son nuestros mejores aliados, ya que con sus constantes putadas, vituperios y ofensas, nos están enseñando un lado de nosotros que no reconocemos, que tapamos y queremos esconder. Ellos nos lo muestran –con intensa virulencia sí optamos por obviarlo–, para que esa fricción que se genera en nosotros, nos moleste, nos azuce y nos duela, y decidamos, por fin, dejar de auto-complacernos en el mediocre conformismo del borrego y vayamos más allá de nuestras temerosas limitaciones (auto)impuestas...

Cuando no comprendemos nada, cuando estamos desquiciados, casi al borde del colapso, en el oscuro abismo, es cuando nos vemos en la absoluta necesidad de prender nuestra llama interior y encender la lumbre increada de nuestro espíritu, quién alumbrará cual faro imperturbable en medio de la tenebrosa tempestad, guiándonos certeramente hacia nuestra auténtica patria: el origen.

Una vez que afrontemos esta ineludible guerra cruel y despiadada, todo nuestro mundo cambiará, ya no seremos los mismos: saldremos renacidos, renovados, totalmente transmutados. Nos habremos liberado de todas las cadenas que nos anclaban en la sombría caverna de nuestros yoes psicológicos. 
Ahora seremos los dueños de nuestro propio cosmos, los señores de nuestra propia existencia; nos convertiremos en el Águila ígnea que, con su encumbrado vuelo, atravesará el fuego incandescente del Sol.

De nuestras cenizas resurgiremos brillantes, divinos y flameantes. 


viernes, 6 de octubre de 2017

Luz y Sombra: El reflejo de la herencia ancestral en nosotros.


¿De dónde viene toda esa aflicción que sientes? A ratos estas bien y, de repente, padeces un pesar insidioso sobre tu pecho… ¿Por qué? La mayor parte de tu comportamiento no es tuyo, te viene programado de antemano por los patrones inconscientes de tu sombra personal, tu familia, la psico-región en la que resides, la cultura a la que “perteneces”, a las diatribas y quimeras de la época que te ha tocado vivir, al condicionamiento cósmico que gravita sobre tu cabeza… Estás lleno de arquetipos, creencias, limitaciones, sufrimientos, rencores, secretos, culpas y carencias que no son tuyas, pero sí habitan en ti.

¿Acaso eres responsable de toda esa amalgama limitante que se agolpa sobre ti? Muchos dirán que menuda putada haber heredado toda esa programación inconsciente que te restringe enormemente… No tengas esa visión de las cosas, por el contrario, piensa lo siguiente: Por el simple hecho de encarnar, ya tienes la posibilidad de sanarte a ti mismo y, por consiguiente, a aquellos que confían en tu poder interno, transfiriéndote esa “herencia” que ellos han sido incapaces de superar y que les ha hecho paralizar sus propias vidas una vez más… Pero, ¿tú quedarás atrapado en esos argumentos arquetípicos repitiendo la vida frustrada y doliente de tus ancestros o te liberarás –y les liberarás– de esa rueda pretérita e inveterada de emociones enquistadas para transmutarlas y ser tú mismo?

Aunque todo lo que heredes del mundo, no sea tuyo, sí reside en ti, por lo que inevitablemente pasa a ser tu responsabilidad. Si no tomas conciencia de estas cuestiones que gravitan sobre tu eje vital, vivirás la vida de otros, estarás incrustado en un pasado que no cesará de repetirse jamás; no importan los personajes que lo protagonicen, el argumento es el mismo para todo el clan. ¿Acaso tú quieres ser un instrumento de ese programa familiar-social-histórico-cósmico, o, más bien, el actor que se sirve de ese programa como una herramienta en la que apalancarse para impulsarse hacia la autoconformación de su propia existencia?

Acepta que has venido a resolver o mejor dicho: disolver– una serie de argumentos no resueltos por tus antepasados, así que, por mucho que reniegues de ello, no te servirá de absolutamente nada. Indefectiblemente pasarás por sus situaciones, escenarios, emociones, tribulaciones, obstáculos, conflictos…

Está bien, aceptemos el desafío: transitemos todo lo que haya que transitar y recordemos, con ello, nuestro verdadero origen; a medida que vayamos comprendiendo los procesos por los que iremos avanzando, atravesaremos y nos liberaremos, por fin, de todos los nudos y ataduras que nos atenazan por dentro.

Saber esto no tiene por qué pesarte, es más, todo lo contrario: te ha de aliviar profundamente, ya que te ayuda a identificar correctamente las situaciones vitales en las que te ves envuelto y a no perderte en sus umbríos argumentos; el conocimiento de ti mismo y de tus antepasados, te permite dar una respuesta propia, auténtica y original; totalmente nueva, rompedora y novedosa, con la que liberarte a ti y a tus ancestros de una vez por todas.

Es importante que no cedas a la presión familiar-social porque tenderán a hacer todo lo posible para que no descubras sus secretos ocultos, para que no te salgas de las rígidas normas inconscientes del clan y repitas, de forma irreflexiva y automatizada, todos esos programas instalados en él.

Medita bien sobre tú comportamiento en la dinámica relacional de tu familia, trabajo, amigos, pareja…  Verás tu propio reflejo: ¡Tu Luz y Tu Sombra!


viernes, 22 de septiembre de 2017

Sombra Aliada.


¿Quién dice que despertar de tu letargo sea un camino de rosas? Claro que cada vez tienes un nivel de compresión mucho más profundo, amplio, holístico y abarcador... ¿Pero qué papel juega tu sombra en todo este proceso?  Por mucho que la quieras obviar, saldrá a flote con mucha más virulencia y explosividad. No huyas ni escapes de ella; te perseguirá allá por donde vayas. Permite que se presente y que se exprese delante de tus narices. Sí, es algo insoportable, agotador y angustiante percibir que todo eso que ves a tu alrededor, lo estás creando tú, pero si, en realidad, deseas ser enteramente tú, primero, has de vaciarte de lo que no eres.  

Todos los programas, patrones, conductas, creencias o automatismos inconscientes que sin darte cuenta has ido sembrando durante años, emergerán de forma densificada en tu realidad para que los hagas conscientes, para que brindes luz a toda la oscuridad que habita dentro de ti; la misma que siempre niegas y que, peor aún, siempre reprimes. ¿Ahora te das cuenta de por qué se te repite constantemente la misma historia una y otra vez? ¿Entiendes que echar la culpa a los demás y al mundo no sirve absolutamente para nada excepto para que tu sombra te carcoma cada vez más y más?

En efecto, no es fácil aceptar que toda esa violencia, ruindad, crueldad y voracidad tanática la llevas incrustada en ti y que la has estado utilizando cada minuto de tu vida durante todo este tiempo… No te reniegues ni rechaces lo que te está ocurriendo: abrázalo con amor, acéptalo con comprensión e intégralo en ti para sanar todo aquello que te hace daño y que, realmente, no te pertenece. Vacíate de las escuetas posturas de binarización limitada que ha puesto el otro en ti y complétate como un Ser Total, con su esfera de luz y su esfera de sombra, imbricadas ambas en un Todo superior, íntegro y sólidamente trascendente.

No te juzgues: no eres ni bueno ni malo, ni superior ni inferior, ni correcto ni incorrecto, ni de un lado ni del otro… Tú eres Todo y al mismo tiempo Nada… estás más allá de la ilusión quimérica de opuestos, de la presión arquetípica de los polos binarios, del patrón hipnótico de la estrecha dualidad que te ancla en la materialidad más recalcitrante y que te impide salir, cuál rayo fulgurante, del Laberinto en Espiral que embrolla tu psique…

Soporta la tensión de opuestos en ti y sublima su energía para tu propio crecimiento interior: Que no te ciegue ni la claridad del día ni la oscuridad de la noche; que no te deslumbre la Luz ni te nuble la oscuridad. Encuentra un equilibrio en ti, una alquimia esencial, un prisma con tu propia tonalidad Original.

Ni Luz ni Sombra, las Dos y Más allá: La Terceridad.


lunes, 11 de septiembre de 2017

Ensimismamiento digital. Ciberburbuja egótica y el olvido del otro.



El énfasis en la acción utilitaria y en el hacer por hacer, junto a la necesidad vital de la rentabilización temporal de nuestra vida, se intensifica con la dinámica acelerada de la tecnología (que se potencia aún más) y con el impulso de la necesidad del mercado en que el acto del consumo –sobre todo en el ámbito tecnológico– sea cada vez más veloz y frenético, lo cual, favorece que nuestro comportamiento sea un acto reflejo de un hiperconsumismo incontrolado e irreflexivo, donde no queda tiempo para la reflexión y la “contemplación teorética” de nuestra “no-vida”.        

Esta sensación de no-vida o vida simulada que nos obliga a adaptarnos de forma continua y constante a una realidad totalmente a la deriva, nos genera síntomas de una sociedad enferma, intoxicada, envenenada y totalmente patológica hasta el absurdo, caracterizándose más bien por la presencia masiva de depresiones, angustia  y frustración generalizada, así como un vacío existencial y una sensación de ausencia de una vida que se escapa entre la compra de smatphones, tablets, pc’s, ipad’s… Este ensimismamiento y dependencia de los aparatos tecnológico-cibernéticos, hace que rehuyamos del encuentro intersubjetivo y social, puesto que la ilusoria sensación de compañía y adicción que producen estos objetos, hace que nos olvidemos de que la realidad y las personas físicas existen, y como señala Godina “se puede ser un experimentado internauta y tener las mayores dificultades para entablar un diálogo”, siendo este fenómeno, un claro signo de deshumanización individualizada de nuestras vidas, que, por desgracia, está cada vez más presente. Al hilo de lo aquí argumentado, nos preguntamos las siguientes cuestiones: ¿por qué preferimos conversar o incluso compartir confidencias por las redes sociales antes que quedar físicamente cara a cara para efectuar esa charla? ¿Nos va a quitar demasiado tiempo de nuestras ajetreadas vidas? ¿No será el abuso de la tecnología digital y su consecuencia de aislamiento y atomización lo que nos está suicidando poco a poco?      

En nuestra sociedad, la utilización masiva de las tecnologías nos está produciendo un aborregamiento, envilecimiento y languidecería que nos lleva a una parálisis individual y colectiva de conformismo y acomodación pasiva ante todo tipo de conflictos, obstáculos y circunstancias adversas que se nos presentan en la vida, ya que pensamos que con un click desde nuestra casa, accedemos a la libertad, y ¡cuán equivocada es esa realidad!    

Parece ser que ya hemos elegido nuestro camino como civilización; es la no-confrontación, la evasión ante cualquier aprieto o apuro que se derive de un compromiso con el otro. Virilio tiene razón cuando señala que la informática es una técnica que genera una “disuasión de la comunidad social”. Tal es así, que hemos optado por la vía individualista en la que satisfacemos nuestras necesidades de contacto afectivo y amoroso con un hiper-consumismo tecnológico atroz, que nos encierra en la cárcel de nuestro yo.   

Los niños y adolescentes de hoy en día, ya no necesitan la educación de sus padres, dado que las preguntas existenciales que pudieran surgirles, sólo bastaría con que las introdujeran en un buscador de internet para que le contesten millones y millones de páginas web. Este hecho demuestra la desconexión y el desligamiento de los lazos interpersonales, sobre todo, en algo tan importante como es la transmisión de una tradición y experiencias intergeneracionales entre abuelos-padres-hijos, familias, comunidades y la sociedad en su conjunto, lo que favorece nuestra fragmentación, desprotección y vulnerabilidad ante la intrusión del vasto aparato ideológico-tecnológico del sistema en nuestras casas.




miércoles, 30 de agosto de 2017

Diamante en bruto. Despierta el potencial que hay en ti.


¿Recibiendo menosprecios cada día? Si te infravaloras internamente ya sabes cómo será tu realidad externa ¿no? Faltas de respeto por doquier: te manda hasta el apuntador, recibes órdenes de gente mucho menos válida que tú, no te hace caso nadie, te toman como un pringado, como un pendejo idiota del que todos se pueden aprovechar… ¿Pero por qué te sucede esto? El mundo externo te está mostrando lo que niegas dentro de ti.

Por mucho que te resistas, si no te valoras internamente, te sentirás como un panoli, como un estúpido al que todos pueden mangonear; malgastarás toda tu encarnación permaneciendo frustrado y cabizbajo en la esquina más sombría de tu psique, siendo subyugado eternamente por la tiranía esclavista de tus yoes psicológicos… ¿Acaso te gusta ser un puto esclavo cuyo único cometido es morder el árido polvo del suelo? ¡Rebélate ya! ¿Por qué no pruebas a cortar de una vez todos los nudos que te atan y te atreves, por fin, a ser libre? ¿Por qué no optas por prender tu llama interior y mostrar al mundo todo tu fértil y fecundo potencial?

¡La vida te lo está diciendo! Apunta más alto, no te conformes con la miseria y la mediocridad de la masa; cuanto más te dirijas hacia situaciones en las que te lo den todo hecho desde afuera, que no exijan un esfuerzo por tu parte y que no supongan ir más allá de tus limitaciones internas, más caro te saldrá y más expuesto estarás a la voracidad demiúrgica de este mundo… ¿Si no construyes nada por ti mismo, para que estás en la vida?  ¡Cuanto más huyas de lo que te da miedo, más amplificado y enmarañado se presentará en tu realidad! ¡Éste te perseguirá enconadamente hasta que tú, con Valor y Decisión, lo combatas de frente y te alimentes nutriciamente con la transmutación lumínica de su veneno emocional!

No te escondas más ni reniegues de tus dones y cualidades. No te conformes con migajas. Tú vales mucho más.

-   Valórate y toma conciencia de que tú eres una emanación sagrada de la divinidad y, por tanto, tienes el poder total sobre tu vida.

-    Extirpa todas las creencias y patrones que te desvaloricen y transmútalas en oro interno.

-        Amplifica tu valor interno y expándelo al resto de planos de tu existencia.

-        Actúa con valor y hazte respetar. Tú eres tu propia autoridad.

-   Forja una ética inquebrantablemente sólida, obrando con la integridad compacta de tu Voluntad y Palabra: son una y la misma cosa.

-  Exígete siempre el vuelo alto y la calidad: lo excelso, magnánimo, grandioso, majestuoso, digno, sublime, regio, egregio, eximio, esplendido, triunfal, glorioso y victorioso.

Estos atributos están en lo más profundo de ti; sácalos de la polvorienta oscuridad de tu interior y encárnalos: ¡Dalos brillo e irrádialos!


sábado, 12 de agosto de 2017

La magia de la publicidad. Institucionalización del engaño masivo.



Nuestras vidas están mediatizadas por el mercado y su vasto poder mediático. No vamos abiertos a experimentar por nuestra propia interioridad, sino que acudimos a aquellas experiencias que nos propone el mercado, quién utiliza todos los medios posibles para que las idealicemos y nos ansiemos por consumirlas, generando así,  un deseo distorsionado en relación con esa idea preconcebida que nos inocula la publicidad del mercado de consumo.  Este hecho hace que estemos condicionados por las creencias que se nos induce desde afuera, y miremos la realidad como otros quieren que la percibamos: con los ojos del sistema y no con los nuestros propios. Por consiguiente, las experiencias que vivimos dentro de este estado de cosas actual, en su mayoría, son las de otros, no las nuestras propias.          
         
Estamos inmersos en un artificio de realidad auto-creada, en el que ni siquiera podemos anhelar la felicidad, porque no sabemos que es algo que existe más allá de cómo la describen en los anuncios de Navidad. ¿Por qué no probamos a vivir una existencia real acorde con nuestra propia naturaleza? Quizás así conozcamos la verdadera felicidad ¿no?  De todas formas, lo que es un hecho constatado, es que vivimos en una continua mentira que alimentamos con nuestro (auto)engaño colectivo, como por ejemplo, la presencia y legitimación de la publicidad, que aquí la consideramos como la máxima expresión del engaño consentido, de la mentira institucionalizada, y de la ficción existente en la sociedad de nuestros días.    
         
La publicidad, es una derivación sutil –o no tanto–  de la propaganda, que primariamente servía a fines comerciales, pero que en la actualidad, se ha fusionado en todos los ámbitos de la sociedad a través del marketing, por lo que aparece en la política, en las escuelas, en las noticias, en la calle… ¡Todo en nuestra vida se ha vuelto publicidad!    
         
En este contexto, los publicistas son los nuevos magos de la contemporaneidad, creando realidades colectivas con los hechizos hipnóticos de sus cantos de sirena, embaucándonos con sus juegos de palabras y discursos-eslóganes que nos prometen un paraíso idílico, un mundo de ensueño, de felicidad ilimitada... Sin embargo,  nuestra realidad no es un mero juego de palabras, aunque lo parezca. Nos están engañando constantemente y aun así caemos una y otra vez en el hipnotismo de su hiperrealidad pre-configurada.      
          
Actualmente, vivimos en un decorado, en un escenario en el que somos los “actores” del ficticio y prefabricado show de la vida. La publicidad es el principal productor de la vida ilusoria, artificial y ficticia que estamos aconteciendo en esta sociedad, puesto que, en nuestra época, supone “el sistema de comunicación más controlado por el emisor y permite a éste una mayor coerción sobre soportes y ciudadanos”, lo que implica que el sistema se sirva de la publicidad para manipular unidireccionalmente nuestra percepción de la realidad, siendo nosotros, apenas conscientes de ello. Según Caro, “el objetivo de la vigente publicidad no consiste en anunciar productos, sino en significar marcas”, por lo que podemos afirmar que constituye el medio del que se sirve la marca, para significarse a sí misma y darse un lugar “conocido” en la sociedad, además de que interioricemos su “valor” y la idealicemos, lo que hace que generemos en nosotros, esa necesidad  irresistible de consumirla.     
         
La publicidad crea un efecto de realidad “simulada” en nuestras vidas, siendo así, según Eguizábal, la encargada en nuestra sociedad de “crear nuevos símbolos para una cultura muerta”, es decir, que la publicidad, mediante la producción sistemática de signos y símbolos,  genera un mundo ficticio que nos queda absortos al contemplar esa ilusoria atmosfera de sensación de “ficticia” libertad de elección que la publicidad crea para nuestro “disfrute”. Ésta nos hace tener la sensación de que nosotros somos los que “racionalmente” elegimos una de entre una diversa amalgama de opciones que, en realidad, son absolutamente inexistentes en el mundo real, por lo que juegan con nuestra ilusión de omnipotencia divina encarnada en nuestra propia decisión de elegir.        
          
Este “empoderamiento” ilusorio nos genera una total satisfacción al tener la sensación, aunque sea ficticia, de ser soberanos de nuestras propias decisiones, de ser, aunque sea por un instante, los dueños del mundo,  aunque todo suponga una ilusión, una falsa percepción de nuestra propia capacidad, ya que  la realidad es mucho más cruda que la visión infantil y pueril que nos presenta la publicidad.  De esta manera, el discurso publicitario,  y la publicidad como instrumento en su conjunto, es una estrategia del poder que nos persuade para “seducirnos gozosamente” y así, caer en la trampa de la idea materializada sobre las promesas de un “mundo feliz” y embaucarnos con sus proclamas de liberación redentora a través del consumo narcisista. 

Esta cuestión nos lleva a centrarnos en la estructura y contenido de los discursos publicitarios, puesto que han dejado de presentar al objeto-marca en sí, para crear como dice Baudrillard, “una proyección sublimada” del propio consumidor en el consumo de ese objeto-marca.  Por tanto,  se deja de lado las funciones objetivas que desempeña el objeto, y se aduce directamente al consumidor de tal objeto, es decir, ahora se dirigen, tal y como señalamos anteriormente en el caso de la imagen, a nuestro lado emocional, a nuestra vulnerabilidad carencial, a nuestra debilidad constitutiva para aprovechar la permanente insatisfacción inducida de nuestras vidas.    
          
La estrategia de condicionar nuestros deseos, motivaciones y aspiraciones, ha dado tantos beneficios y tan excelentes frutos, que ya no hace falta que se dirijan hacia nosotros. De ahí que tengamos tan interiorizados lo que significa una marca determinada, aunque la presenten sin el objeto en sí, dado que simplemente con su logo, es cuestión de segundos que entendamos simbólicamente que lo único que tenemos que hacer es consumir esa marca determinada.  Ya estamos programados.     
        
La función de la publicidad, no es solo “el arte de enseñar a la gente a necesitar cosas” como decía H-G Wells, sino que en la actualidad se ha traspasado ese límite –que ya era bastante flexible– para ir más allá y transformarse en un diseñador social y cultural que orienta hacia una determinada cosmovisión del mundo, estilo de vida o forma de estructuración ideológica específica de la sociedad. El discurso publicitario nos envuelve en una atmosfera de irrealidad, que nosotros mismos nos acabamos creyendo, ya que nos creemos que constituyen así nuestra propia realidad, todos aquellos “mitos e identidades” que ha creado la publicidad, en gran medida posibilitado, por la omnipotencia actual de la marca, la cual, actúa como proyectora de valores, creencias y modos de ser y estar en la sociedad.  Sin embargo, lo que verdaderamente subyace a esta lógica “marquista” de la sociedad de consumo actual, es la propuesta de que el potencial consumo de tal o cual marca nos condicione en la totalidad de nuestro comportamiento cotidiano, hasta el punto de penetrar hasta lo más hondo de la estructura de nuestro ser y así, interiorizar psicológicamente esas pautas valorativas y  comportamentales que van asociadas a ella.       
    
Huelga decir que la marca es la que señala nuestro camino a seguir, nuestra filosofía de vida, nuestro “estilo de ser en el mundo”. Tanto es así que, en la actualidad, está muy de moda, entre las grandes multinacionales, la implantación estética de una ética y filosofía empresarial, esto es: la “marca” conlleva en sí misma una serie de valores intangibles con los que nosotros, nos identificamos, y eso no hará más que determinar la balanza para adquirir o no el producto que nos venden. Ahora todas estas multinacionales, que son las responsables del estado destructivo de todo nuestro planeta, del deterioro de nuestra salud y de nuestra condición de esclavos con su modelo económico,  lavan su imagen con la idealización de un mundo de color verde: ecológico, natural, saludable, responsable socialmente, que garantiza la sostenibilidad… Pero en realidad, todo esto no es más que una estratagema comercial, que obedece simplemente a un lavado de imagen; no es más que una cortina de humo para opacar y ocultar a la luz pública su verdadera gestión económica y el proceso tóxico de elaboración de sus productos, y lo que es peor, sus verdaderas intenciones contra nosotros.

Leer La Rebelión Autárquica. Ensayo sobre la liberación del ser en tiempos de espejismo social

martes, 1 de agosto de 2017

Instante eterno.


¡Venga, que esto marcha! Así me gusta. Motivación rebosante, alegría irradiante y entusiasmo a raudales. Éste es el estado de ánimo y la actitud que has de tener para vibrar en la auténtica Prosperidad existencial. Eleva tu frecuencia más allá de las nubes, que sobrepase el Sol y penetre hasta la infinita profundidad áurea de tu Ser.

Ya te has dado cuenta de que el único obstáculo que sale a tu paso es el que tú mismo te pones. Esas piedras con las que tropiezas constantemente, no son más que creencias limitantes que te hacen estancarte y retroceder hacia el hartazgo de lo conocido. ¿No tienes curiosidad por ir más allá de tu encajonada visión de las cosas? ¿No sientes ese cosquilleo en tu vientre de atrevimiento y riesgo vital? Si estás siempre instalado en tu mediocre comodidad, nunca saldrás de la angosta, sombría y apoquinada indolencia haragana que infecta tu mente…  

Quita ese gesto fruncido y sonríe, ríete y salta, expande tus alas y atrévete a volar, a sentir en tu rostro, por primera vez, la brisa resplandeciente de la Libertad.

No esperes a mañana, ahora es tu momento, no hay mejor instante que el presente; levántate y mira hacia el horizonte, ahí está tu nueva existencia: un mundo infinito de gloriosas experiencias dispuestas a que tú las vivas, a que las abraces, las palpes, las saborees y las penetres con la Integridad y Firme Voluntad de tu espíritu.

¡Vamos! ¡Fortalece tu potencia vital! ¿Quién te asegura que tienes más vidas que esta? Lo único cierto es que estás viviendo esta vida y que, en el próximo pestañeo, ésta expirará como un sueño ligero y olvidadizo… No pienses que vas a vivir sempiternamente, quizás mañana ya no estés aquí…

Aprovecha tu vida al máximo, exprime cada momento como si fuera el último y eterniza ese instante inmortal para que tu estela diamantina se selle en la aquilatada refulgencia de tu Sol Interno.

Estás aquí y ahora, simultánea y sincrónicamente. Eres inmortalmente eterno, eternamente inmortal. 

martes, 18 de julio de 2017

Universo colmado.


Todo en esta vida adquiere un matiz diferente según el prisma con el que mires. Si tú crees que el vaso está medio vacío, así percibirás tu vida: un conjunto de experiencias que no puedes controlar, que te obligan a realizar acciones contrarias a tus propios deseos y que te provocan una sensación permanente de privación, carencia, falta, insuficiencia y escasez. Por el contrario, si tú crees que el vaso está medio lleno: el contenido existencial de tu propia vida se irá colmando cada vez más hasta estar repleto y rebosante de Brillo y Luz. Ya no verás más problemas, sino soluciones; ya no verás más obstáculos, sino oportunidades para seguir creciendo y avanzando en la conquista de tu propia existencia.

Aunque no te lo creas, el mundo es un lugar lleno de posibilidades; y aunque te lo creas aún menos, cuando la vida más te aprieta, te estruja y te aprisiona, más te está ayudando a que tomes conciencia de ti mismo y a que recorras, de una vez, tu camino de transmutación interna; más te está impulsando a que te superes, te trasciendas  y te reinventes a ti mismo de una manera constante y renovada.

No malgastes tu energía en quejidos ni lamentos. Eso no sirve de nada. Basta ya de pensamientos derrotistas y de sentimientos apesadumbrados y pesimistas.  No has venido aquí para lloriquear ni para presenciar pasivamente una película que otros están creando por ti: Tú estás aquí para escribir tu propio guión y dirigir tu propia película. Tú eres el protagonista principal que con sus soberanos actos, elige la trama y el personaje que quiere vivenciar a cada momento.

No otorgues la responsabilidad de tu propia vida a nada ni nadie externo, puesto que tu dejación de funciones, dejadez, desidia, pereza y molicie te convertirán, por simple inercia entrópica, en una desarraigada hoja a merced de la tempestad de acontecimientos que acaecerán en tu devenir vital; te volverás un desolado, sombrío y estéril vergel en medio de un desierto henchido de aridez abismal: totalmente seco, roído y marchitado.

Mejor cambia tu mentalidad y actitud ante las situaciones que te ofrece la vida. Si te ves envuelto en un argumento predeterminado, deséchalo y cámbialo: ¿Quién ha establecido por decreto que tenemos que cumplir el papel que alguien ajeno a nosotros mismos nos ha asignado de antemano?

Toma las riendas de tu vida, y endereza el timón, renueva las aguas que riegan tu energía vital y lánzate al océano de la existencia; desafíate a ti mismo y márcate nuevos objetivos y metas que te hagan mucho más grandioso y elevado cada vez: ¿Serás capaz de lograr lo que te has propuesto?

Adelante, demuestra de qué pasta estás hecho: con Coraje, Entusiasmo y Voluntad, no habrá obstáculo alguno que te pueda frenar: ¡El universo es tuyo!


martes, 4 de julio de 2017

Fuego Inmortal.


Los seres humanos queremos seguir siendo eternamente infantes; tendemos automáticamente a la comodidad, al conformismo  y a la desidia envilecedora.  No queremos esforzarnos ni crear algo propio, preferimos que nos lo den todo hecho y no asumir nunca ningún tipo de responsabilidad en nuestras acciones. Nos cuesta mucho crecer, salir del útero materno y asomar nuestra cabeza hacia lo desconocido. En absoluto deseamos ser responsables de nuestros propios dichos y actos, ya que eso implica poner el cuerpo a las situaciones que hemos generado… ¿y eso a quién le gusta? Si continuamente estamos huyendo de ellas como niños asustadizos ante una habitación oscura… En efecto,  hacernos cargo de todo lo que hemos creado en nuestra vida requiere ver, cara a cara, con total crudeza y desnudez, el rostro de nuestros propios miedos y limitaciones; y muy pocos estamos dispuestos a percibir (y menos aún soportar) la auténtica realidad.

Por eso nos hemos encarnado en una época tan sombría y caótica como la de hoy: todo el caos, desorden y miseria que vemos en lo externo, es el reflejo de lo que hemos acumulado en nosotros durante miles de vidas;  ahora se ha densificado afuera –y adentro– y no hay instituciones ni paradigmas que lo puedan ocultar. Nuestros yoes psicológicos intentan desesperadamente poner diques de contención a la avalancha de conciencia que se avecina, pero ya no hay vuelta atrás. Todo está a la vista y se torna cristalino. Ya no ha lugar al (auto)engaño ni a la mentira, todo se ha vuelto transparente. Ya no basta con esperar a que las cosas cambien, justificarnos en un pasivo inmovilismo ni culpabilizar a otros o a las circunstancias. Solo queda mirarnos en el espejo de nosotros mismos y confrontar nuestra marchitada imagen; hacerla pedazos de una vez y reconstruirla de nuevo acorde a nuestro verdadero rostro.

Es la mejor época en la que nos hemos podido encarnar. Los dioses no se han atrevido a nacer en un mundo de materia por temor a olvidarse de sí mismos y no recordar jamás su condición divina; nosotros, aún sabiendo los riesgos que entraña tal acción, aquí estamos, probándonos a nosotros mismos en situaciones de extrema toxicidad; dispuestos a conquistar nuestra propia existencia en territorio ajeno.  Por eso hemos elegido encarnar en lo más crudo del Kali yuga, porque el veneno nos alimenta, porque las ataduras nos liberan, porque las caídas nos levantan, porque las heridas nos fortalecen, en definitiva, porque en nuestro interior portamos lo que nadie más en el universo posee: CORAJE.

Elegimos, Asumimos y Aceptamos nuestro propio Destino.  Ya no hay quejas ni lamentos, solo Honor y Voluntad.  Hemos decidido encarnarnos en la era más oscura de todas, no para fundirnos en ella, sino para Fundar nuestra propia órbita y Brillar con Luz Propia.

Sin fricción, no hay chispa;  sin chispa, no hay fuego sagrado.

¿Qué decides tú?

lunes, 26 de junio de 2017

La certeza interior. Rasgando el velo de maya.


En un mundo tan desolado como el de hoy, todo se torna en duda, vacilación, relativismo desmedido, titubeo y opinión manipulada. ¿Cómo nos situamos ante eso? La influencia mediática y adoctrinadora del aparato de dominación es tan vasta y poderosa que solo nos queda replegarnos en nuestro interior para resistir ese asedio continuo; pero justo ahí está nuestra baza: construir una fortaleza interna en la que no traspase nada del exterior.

A cada instante, nuestra existencia es violada por el ataque constante y brutal de las fuerzas estandarizadoras e institucionales del sistema. Su única misión es sumergirnos en su caos controlado para que vivamos en la incertidumbre y en la perplejidad de la incomprensión de sus mecanismos invisibles de sometimiento; somos constantemente llevados como hojas moribundas que se arrastran en un mundo ideado por otro… ¿Nosotros pintamos algo en esta creación de realidad o simplemente somos actores que interpretan un guión prediseñado de antemano?

La respuesta únicamente depende de nosotros. Si seguimos como hasta ahora, es decir, creyéndonos los dogmas y el modelo de vida que nos dictan los paradigmas culturales sin utilizar ningún tipo de filtro o discernimiento propio, efectivamente, seremos vividos por los designios del mundo externo; por el contrario, si empezamos a tomar consciencia (y conciencia) de quiénes somos en realidad y de que nuestro caudal vital surge de nuestra propia Voluntad pétrea e infinita, quizás comenzaremos a cambiar nuestra percepción de nosotros mismos y con ello, inexcusablemente, de toda esta realidad ficticia que todos alimentamos a diario con el desbordamiento continuo de nuestras ínferas pasiones, miedos, traumas y obsesiones autodestructivas propias de reptiloides-tanáticos acomplejados.

Dejemos ya de reproducir esta dinámica de escasez-miedo-supervivencia; parémonos a pensar cuáles son las intenciones con las que acometemos nuestros actos cotidianos y no nutramos más a nuestro componente animalesco, gregario y manipulablemente servil. Miremos hacia lo alto y reconquistemos lo sagrado que habita dentro de nosotros; ya no hay tiempo que perder: Hagamos brillar la refulgencia ígnea de nuestra naturaleza divina.  En efecto, probemos a retirar nuestra atención de todo aquello que proviene del exterior y centrémosla en nuestro interior, en nosotros; sigamos nuestra intuición y encontraremos las certezas que ya llevamos en nuestro recuerdo primordial.

Ha llegado el momento de regirnos por nuestros propios códigos, convicciones y valores. No permitamos que nadie nos diga cómo ha de ser nuestra existencia. Encaminémonos hacia lo auténtico y desechemos lo inauténtico: no cedamos a los cantos de sirena que evocan el eco de los sortilegios y ardides demiúrgicos de este mundo.

Acallemos de una vez nuestra personalidad artificial teledirigida y combatámosla a través de su integración en nosotros; que sirva a nuestros propósitos superiores. Así es,  superemos nuestras limitaciones impostadas, rasguemos el velo de maya  y cortemos los nudos que nos asfixian en el aletargado hipnotismo del materialismo embrutecedor y mediocrizante de esta realidad.

Ha llegado la hora de tomar la responsabilidad de nuestras vidas, conducirlas con nuestro timón y encarrilarlas hacia donde nuestra Voluntad Soberana nos dicte.  Ya nos hemos cansado de vivir en territorio ajeno, ahora es nuestro: hagamos de nuestro planeta, nuestra casa, y en nuestra casa ¡NUESTRAS NORMAS!

¿A que esperamos? ¡No hay tiempo que perder! Construyamos un mundo a imagen y semejanza de nuestro paraíso particular, no al del “paraíso” de nadie. No nos dejemos llevar por la falsa apariencia de esta realidad. En nosotros, y sólo en nosotros, están las certezas: nuestro origen.

No deleguemos en lo externo lo que hemos de hacer nosotros mismos en lo interno; acuérdate: SI DEBES, PUEDES. 

domingo, 18 de junio de 2017

La Cima del Espíritu. Un camino de Héroes.


En un mundo tan en ruinas como el de hoy, es complicado mantenerse en pie y SER totalmente íntegro.  Estamos continuamente en el filo de la navaja, y cada movimiento que realizamos nos podemos cortar y herir. Por eso, los muchos, por miedo, conformismo, poltronería y mediocridad, optan por quedarse en la burbuja de falsa seguridad que les proporciona el sistema y prefieren nadar (como la nada que son) en el mundo superficial y anodino de sus yoes psicológicos; por el contrario, los pocos –nosotros–, elegimos ir más allá de nuestras programaciones y saltar al abismo, enfrentarnos denodadamente a nuestros monstruos interiores y preservar, frente a todo, tanto en lo interno como en lo externo, nuestra Llama ígnea, nuestro Brillo y Luz. Y eso nadie nos lo va a regalar, lo tenemos que conquistar sostenidamente nosotros, ejerciendo a cada instante una Voluntad de Acero y una Decisión firme y férreamente obstinada.

Nosotros, los pocos, hacemos de las cicatrices nuestra seña de identidad, cuantas más tenemos, más valor, más honor y más lealtad mostramos a nuestro espíritu. Eso quiere decir que hay vida en nosotros, que nuestro propósito es trascendente, y que estamos construyendo algo sagrado que muchos ni siquiera alcanzan a soñar: Nuestra propia Existencia.

Claro que es un camino difícil, largo, pedregoso, esforzado y empinado, pero si no fuera así ¿cómo nos elevaríamos?  En nosotros está la potencia primigenia de nuestro espíritu, la luz inextinguible de nuestra esencia, el fuego inmortal de nuestro origen, la posibilidad original de ser más que Dioses.   

Dirijámonos permanentemente hacia lo alto. Ese es nuestro hogar: LA CIMA DEL ESPÍRITU. 

martes, 13 de junio de 2017

Metanoia.


Una vez más rompiendo y destruyendo todo lo que ya no sirve. Aligerando cargas y redirigiendo cauces perdidos. Vamos a construirlo todo de nuevo. Hagamos que los sombríos y polvorientos escombros de las ruinas del pasado, sean templos y castillos de un floreciente futuro venidero. Empecemos por el presente. Reconfiguremos nuestra mente y movámonos con nuevos objetivos y metas. Dejemos de repetir lo que tan instalado esta en nosotros y arranquémoslo de cuajo; empecemos de nuevo, destrocemos nuestras deshilachadas páginas de no-vida, y escribamos un Nuevo Libro con el que edifiquemos sólidamente nuestra auténtica existencia.

Desechemos al fondo de la basura las viejas creencias y proclamas que dominaban nuestra vida; mandemos todo a la papelera de reciclaje: ¡Que la mierda amontonada en nuestro psiquismo se diluya por la taza del váter!

Es el momento de renacer de nuestras cenizas, deshacernos de nuestras rancias cadenas y echar a volar hacia el centelleo mágico de un reverdecido y despejado cielo.

Estamos llenos de horizonte, se nos está quedando pequeño; queremos ir mucho más allá de lo que hemos conocido hasta ahora: queremos abarcar lo incognoscible, lo ignoto, aquello que se nos ha ocultado desde nuestra creación. Ahora tenemos ansia, hambre, avidez de conocer quiénes somos realmente, de recorrer todos los rincones del cosmos y de crear infinitos universos nuevos cada segundo.

¡Vuestros paradigmas ya no soportan nuestra explosión de luz! ¡Estáis resquebrajándoos como  la copia barata que sois! ¡Vuestra mátrix se desvanece y ya no hay vuelta atrás!

Aquí estamos una vez más, con nuestro honor y coraje, creando nuevos mundos de la nada y expandiendo la semilla de un porvenir Regio, Sagrado, Soberano y Digno.


¡Transmútate tú y transmutarás al mundo!

Síntesis del Blog. FIN

"La Vía del Rebelde Autárquico: la que labra su propio sendero, la que inicia una nueva ruta, la suya propia, con la íntima convicción ...