Cuando avanzas
a tu ritmo, a un paso seguro, haciendo en cada momento lo que quieres, teniendo
un propósito determinado en tu vida, inexorablemente brillarás con Luz
Propia. Esto no es habitual hoy en día por eso, aunque no lo
pretendas, vas a llamar la atención. No es de extrañar que se te acerquen
los arcontes de turno para atraerte a sus pequeños
quiosquitos, a sus burbujas electromágneticas y a su sueño cautivante.
Como cantos
de sirenas sonarán ante ti sus palabras, su magnetismo, su simulado
paraíso. Te lo pintará muy bonito, dirá que encajarías muy bien en él, que puedes
disfrutarlo cuanto lo desees de forma libre y gratuita. Primero te
proporcionará dádivas muy tentadoras: placer, seguridad, dinero, estatus,
poder… Y una vez que tú caigas y te capte, ahí vendrá el pago de sus servicios,
el cobro de sus mieles ya consumidas por ti…
¿Hay vuelta
atrás? Te tiene pillado y no queda otra que tragar porque lo que quiere
ese Dragón es tu luz, tu talento, tu ánima, tu energía,
la adhesión total de tu esencia a sus caprichos tiránicos, a la satisfacción de
sus intereses, al desarrollo entelequial de su argumento arquetípico... Si ya
es demasiado tarde y te tiene en sus redes, te dará meras migajas que cada vez
te harán más hambriento y te hará sentir constantemente culpable de lo
que le ocurra y en deuda por su trato deferente hacia ti. ¿Ya te comentó que
eras su preferido, verdad? Cuantas veces te repitió: eres especial,
tú tienes mucho poder y si te alias conmigo serás omnipotente, lo tendrás todo,
no tendrás que preocuparte por nada nunca más…. ¡Palabras embaucadoras
y falaces!
Pero,
tranquilo, todo tiene solución en esta vida, y nada es irreversible.
Si has caído en las garras de ese dragón chupóptero y resentido, puedes salir
cuando despiertes de ese hipnótico hechizo en el que te ha envuelto: rasga sus
vestiduras, rompe su velo, es solo un escenario ilusorio y ficticio que en
cualquier momento puedes eliminar. Es meramente una representación de tu
sombra, de tu enganche emocional, de las cadenas que te atan y de las que has
de liberarte con coraje y determinación. ¡Sé valiente y enfréntate al
Dragón! ¡Si te mantienes imperturbable y firme en ti mismo lo vencerás!
Sé consciente de
ti mismo. Tú eres el único responsable de tu vida. No delegues tu
poder en intermediarios ni en nada ni nadie externo. Tu poder está en
ti. Simplemente debes encontrar tu propio valor, el tesoro que
guarda tu Autentico Potencial, tu Esencia Original, tu Fuerza Espiritual.