Estamos
viviendo una guerra brutal. La más cruda y feroz jamás vista. Ya no nos
disparan con sus flechas, fusiles o bombas (que también), sino con su
propaganda, su burocracia, su ideología, su deuda, su sistema laboral, su
estilo de vida, en definitiva, con su absoluto materialismo enfermizo y
satánico.
¿Cómo
combatimos todo eso? El desgaste psicológico es apabullante. Día a día van
extrayendo gotas de nuestra sangre; gota a gota, se va derramando nuestra vitalidad,
como la arena en nuestra mano, nos vamos marchitando hasta desvanecernos en el
olvido... Poco a poco van arrancando nuestra inocencia, entusiasmo y alegría.
Cuanto más queremos salir de toda esta vorágine engullidora, más nos atrapa:
más ardides, iniquidades y violencia cometen sobre nosotros... ¿Estamos preparados para soportar con
entereza todo esto? Sus garras intentan por todos los medios que no escapemos,
que sigamos en el redil, que seamos unos animales gregarios más, unos zombis
robóticos presos de la ilusión del reconocimiento externo y el apego material…
Bajamos
la cerviz por miedo a que nos critiquen, nos arrodillamos por miedo a quedar
mal, claudicamos en nuestros proyectos porque todos se vuelven en contra
nuestra cuando empezamos a encender nuestra luz interior… ¿Acaso tenemos miedo
de SER nosotros mismos, de Brillar con Luz propia, de manifestar nuestra
Voluntad Absoluta?
Así
nos va. Nos caen palos por todos los lados. Ya casi no se ve el sol. Es todo
sombra y el veneno está arrasando nuestros verdes y fructíferos prados… ¿Es
demasiado tarde para contrarrestar esa fuerza abismal que nos asola? Sí, muy
tarde. Pero aún queda una Posibilidad. Una opción que no está contemplada por
el demiurgo, que no está prevista en su pérfida y absurda creación. Se cree que tiene todo ganado, pero no sabe que
ya ha perdido.
Por
mucho que avance, no hará más que retroceder. Por mucho que ataque, no le
servirá para nada más que para retirarse en estampida. Ya nos hemos cansado de
esta situación de constante humillación y acoso: Vuestros palos os los vamos a meter por el culo, que es lo que más os
gusta.
Estamos
en la fase más intensa de esta guerra. Ya queda menos para que se exprese en el
plano físico. Vuestra hijoputez la utilizamos como entrenamiento marcial: nos
ayuda a curtirnos, a templar nuestro ánimo, a enfriar nuestras emociones, a
fortalecer nuestra mente y cuerpo.
Estamos preparados para la Batalla
final. Nuestra furia se elevará a los cielos, nuestra
espada se clavará en vuestros cuellos. No habrá un mañana, saldremos de las
tenazas de Cronos, de la quimera del tiempo lineal, de la densidad infame de la
gravedad… Romperemos todas las cadenas que nos atan a este mundo material…
Nosotros nos Regimos por Nuestro Propio
Tiempo: somos Atemporales y Eternos.
Convertiremos
toda vuestra mísera ruindad en un prístino Vergel. Aniquilaremos vuestra
inmundicia y bajeza. Os someteremos y os haremos desparecer como las pútridas
cucarachas que sois… Con Voluntad de Acero conquistaremos lo que nos pertenece:
Nuestra Patria Primordial, Nuestro Espíritu.
Instauraremos una Nueva Edad, la
Única Edad que Existe: la Edad del Espíritu.