miércoles, 26 de septiembre de 2018

Rebeldía Inherente.



Demasiado tiempo callados, demasiado tiempo subsumidos en una ilusión ficticia. Olvidados del todo, recordados en la nada  Esa sensación crónica de dormir en la oniria diurna y resoplar por el sopor inmundo que nos espera día a día… Levantarse cada mañana a la hora que te indica otro, para hacer lo que te ordena otro, para entregar tu vitalidad a otro.  Parasitado al extremo, se escurre tu vida en quehaceres cotidianos inútiles, inservibles e innecesarios.  Te chupan hasta dejarte deshidratado, carcomida tu piel, se comienza a momificar hasta ser un muerto viviente (¿o un viviente muerto?)… Día tras día, te vas convirtiendo en una caricatura de ti mismo, en un fantasma escuchimizado que gira alrededor de ideaciones alienantes e imaginaciones delirantes provenientes de lo externo; en un vaivén de emociones sinsentido que terminan eyaculadas en un trozo desechable de papel higiénico…

Gota a gota acabas agotado.  Extraen tu aliento, tus ganas, tu movimiento. Pierdes el norte y exaltas tus ojos. No ves más que un teatro insulso y superficial, estulto y artificial.  Un juego que es siempre la misma historia: anular tu Individualidad Original para difuminarte en el gregarismo infame; desgastar hasta la última esencia de tu sangre, hasta que tus fuerzas flaqueen, te fagocites y cedas a sus mandatos, a su pérfida jurisdicción, a su enfermizo y abusivo arbitrio...

Te tratan como si fueras una mercancía, un objeto inanimado, una compra-venta pueril con la que comerciar a su antojo…  ¿Somos material vendible? ¿Quién decide nuestro precio? ¿Todos tenemos un precio? ¿Y tú? ¿A cuánto te vendes? ¡Hoy en día el kilo de Estupidez es muy barato!

Pocos hay Incorruptibles, menos aún Íntegros, todavía menos Soberanos de sí mismos… ¿Bastan los dedos de una mano para contarlos? ¡Sí! ¡Con el dedo del medio es Suficiente! ¡A la mierda los demás!


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Síntesis del Blog. FIN

"La Vía del Rebelde Autárquico: la que labra su propio sendero, la que inicia una nueva ruta, la suya propia, con la íntima convicción ...