Aquí estamos una vez más. Dando
el do de pecho y plantando combate. Seamos valientes, magnánimos y orgullosos
de lo que somos. Miremos siempre hacia lo alto y tengámonos en excelsa
estima. Si tú no te amas a ti mismo ¿Quién lo hará por ti? Si te amas, dirás
“yo amo”, luego tú serás tu propio amo.
Aunque no sepas hacia dónde
dirigirte, continúa haciéndolo, si no lo ves, siéntelo, deséalo con todas tus
fuerzas y percibirás tu ser más allá de por dónde transites; no importa el
lugar, ni la apariencia o escenario fenoménico que se represente en lo externo,
busca más allá de las formas y limites que advengan en tu camino; rompe muros,
salta vallas: cruza infinitas fronteras.
Libérate de lo condicionado y
accede a tu condición primigenia: tú espíritu.
Sé como el rayo que fulmina con
su potencia lumínica todos los aspectos ínferos del otro en ti y como la lava
ígnea de un volcán que arrasa con su fuego purificador todo lo pasado y
degenerado.
Alquimiza los ingredientes que
componen tu naturaleza y crea algo propio: tu propia ambrosía eterna, tu propia
esencia inmortal.
“Materializa el espíritu y Espiritualiza la materia”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario