¿Cómo vas a atraer lo que
quieres en tu vida si estás despotricando de todo y todos? Siempre
diciendo una cosa y luego haciendo otra… Si no tienes un propósito firme ni una
direccionalidad concreta a la que encaminar tus acciones, desperdiciarás
cantidades ingentes de energía con la que podrías emprender y materializar tus
proyectos, pero por tu inoperancia, distracción y fragmentación interna,
perderás ocasiones y oportunidades excelentes para generar tu propia realidad.
Pregúntate por qué nunca cumples
tus metas. ¿Acaso tienes un objetivo claro y voluntad férrea para conseguirlo?
Autodisciplínate. Ponte las pilas y energiza todos tus actos, enfócate en
tu deseo y dirígete sin concesiones hacia él. Por muchas esfinges y obstáculos
que salgan a tu paso, nunca te detengas: sigue
y sigue impertérritamente hasta plasmar lo que quieres. No te autoengañes
ni te dejes embaucar por la mediocridad y desidia de tus yoes psicológicos,
éstos siempre quieren estar en su zona de confort, en su vana comodidad y en su
pereza estúpida y poltrona.
Sobreponte a tu tendencia
mediocre, trivial, anodina y rutinaria. Haz que todos los días de tu vida sean
dignos de ser vividos, que sean especiales, únicos, irrepetibles, originales,
realmente auténticos. No te arrastres y ten un poco más de dignidad. Piensa
como si tuvieras que encarnar constantemente en esta vida-no-vivida que
tienes ahora: ¿Vas a hacer lo mismo que estás haciendo hasta el día de hoy?
¡Venga, no jodas! ¡Cambia ya tu vida y comienza a existir! Ya verás que si
percibes cada día de tu vida como una aventura
mágica y grandiosa, querrás vivir tu vida infinita e ilimitadamente, es
decir, ya lo estarás haciendo: serás inmortal.
No esperes nunca al mañana, hazlo hoy. El momento es ahora. Cada
momento que postergas y pospones lo que quieres realizar en este mundo, tu luz
se apaga, cedes un poco más a los designios que el otro ha diseñado para ti… ¡Deja
de vivir la vida de otros y comienza a vivir tu propia vida! Vitalidad,
energía, ágape, integridad, voluntad y coraje. Atributos más que suficientes
para plasmar y materializar aquello que desees encarnar en tu mundo.
Adelante, camarada: ¡A EXISTIR
se ha dicho!
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