Poltrona acidia la que te hace
apoquinarte y perder el tiempo de
tu vida en imaginar peligros y miedos psíquicos que nunca han sido, que jamás
son ni serán tuyos.
Sal de esa situación y mira más
allá de ti; una sombra sobre tu espalda te está atenazando y clavando sus
afilados colmillos para chuparte hasta la última gota de tu vitalidad.
¿Culpas a los demás para
justificar tu inmovilismo vital? Muy bien, allá tú. Yo opto por afirmar la
existencia en todos sus rincones y recovecos, por salir de la oscura cueva que
asfixia tu limitada percepción y. por fin, iluminar mi vista, sentir el fulgor del sol en
mi rostro, respirar su fresco aroma y empaparme de su cálido tacto: Probar el sabor de la Libertad.
Si no me quieres acompañar, ahí
te quedas; yo he elegido inspirar LIBERTAD por todo mi SER.
No hay comentarios:
Publicar un comentario