Sabes
que en algún momento recaerás y volverás a caer en lo que más daño te hace. No
sufras más, eso está escrito, no lo puedes borrar… pero sí puedes arrancar esa
página y escribir otra nueva.
Estás
construyendo tus bases, por eso todavía no son muy solidas ni firmes, aún se
resquebrajan y agrietan en el momento más inesperado. No pasa nada, no te
culpes, tú sigue como hasta ahora, forjándote a ti mismo, encontrando tu lugar
en este mundo, tu mundo.
No
abandones la lucha, no renuncies; enfréntate a aquello que más temes y lo
trascenderás, verás que entrará a formar parte de ti, y serás mucho más fuerte
que antes, te completarás y estarás más cerca de la totalidad.
Aguanta
el dolor y resiste. Endereza tu espalda y yérguete; qué más da que nada de esta
realidad sea digno, dignifícalo tú con tu presencia. Da salida a tu brillo
interno e ilumina tu alrededor, no importa que todo esté a oscuras, tu espíritu
irradia la potencia primordial del origen: el fuego ígneo de tu auténtica
naturaleza.
No
te quejes más, no busques culpables en lo externo y responsabilízate de tu
vida: ¡arremángate y manos a la obra! No esperes más y comienza ya a esculpir
tu propia obra: ¡tu existencia!
No hay comentarios:
Publicar un comentario